La poesía chilena, en acción

De Isabel Allende a Pablo Neruda, Chile está en la vanguardia de la literatura de América Latina. FP ha preguntado a Verónica Cortínez, profesora de Literatura latinoamericana, por las obras que están inspirando a una nueva generación de lectores y escritores chilenos.

FOREIGN POLICY. ¿Cuáles son los  best sellers más recientes
en Chile?

Pirámide de tortura: detenidos desnudos y con bolsas en la cabeza en la prisión iraquí de Abu Ghraib.Verónica Cortínez. Los libros más vendidos son una buena mezcla de lo global y lo local, como podría ocurrir en cualquier país europeo. Los ídolos nacionales van desde Isabel Allende al patriarca de la provocación literaria, Nicanor Parra. La última novela histórica de Allende, Inés del alma mía, está en los primeros puestos de las listas. Todas las obras sobre historia se venden bien. Podría decirse que Chile es de nuevo más un país de historiadores que de poetas. Entre los títulos, hay una nueva edición de Persona non grata, el ya clásico testimonio de Jorge Edwards sobre Cuba, una apología de Pinochet del italiano Mario Spataro y una colección de ensayos sobre el Chile del siglo XIX.

FP. ¿Las nuevas generaciones leen más que sus padres y abuelos? ¿Es Chile un país de lectores?

V. C. Los jóvenes leen con probabilidad menos por amor al arte y más por entretenimiento. La literatura tiene que competir con la televisión, la música y el cine. Pero leer y escribir poesía casi forma parte de la vida cotidiana del país, sobre todo en provincias. Jóvenes y viejos, ricos y pobres, hombres y mujeres participan en una vívida comunicación literaria que es la base de la extraordinaria riqueza de la poesía chilena. Este tesoro está representado en el número de antologías publicadas y editadas, incluyendo la de los barrios de chabolas.

FP. ¿Cuáles son los nuevos nombres de la literatura chilena que el público debería conocer?

V. C. Casi cuarenta años después de suicidarse, los chilenos están reconociendo ahora a Violeta Parra como una poeta excepcional. Los extranjeros que de verdad quieran conocer la cultura chilena deben familiarizarse con la poesía y la canción, por ejemplo, los trabajos de Patricio Manns. En el campo de la narrativa, hay varias figuras nuevas, como Carla Guelfenbein y Andrea Maturana, así como el sobrevalorado Alejandro Zambra y el infravalorado Carlos Iturra. Los experimentos de Diamela Elti y las incursiones de Pedro Lemebel en el mundo homosexual son también muy conocidos.

FP. En su ensayo de 1997, Yo no soy un realista mágico, Alberto Fuguet citaba a uno de los personajes de su libro Por favor rebobinar, que hablaba de su deseo de escribir "puro realismo virtual, pura literatura McOndo". ¿Qué es McOndo?

V. C. Fuguet acuñó el término para señalar su experiencia en un mundo donde Santiago de Chile, Los Ángeles y cualquier otra ciudad tienden a mezclarse en un mundo unificado dominado por la globalización de la cultura popular estadounidense, Internet y la televisión por cable. Hay que buscar la identidad en este planeta interconectado más que en el mundo mágico de Isabel Allende o Gabriel García Márquez. De hecho, McOndo es un juego de palabras con Macondo, la mítica ciudad de Cien años de soledad, del escritor colombiano.

FP. La dictadura duró 16 años. ¿Cómo ha enfocado la literatura chilena este periodo?

V. C. Incluso durante el régimen de Augusto Pinochet, los escritores de dentro del país intentaron cuestionar la dictadura. El éxito masivo del teatro, así como las producciones de Nissim Sharim, se recuerdan todavía, y una generación completa de actores formados en ese contexto contribuyen ahora al creciente prestigio que está logrando la cinematografía chilena. Desde 1990, ha aparecido un pequeño número de testimonios y novelas dedicados a este tema. El proyecto más ambicioso sigue siendo Casa de Campo, de José Donoso, y la trilogía de Germán Marín, pero la gran novela sobre la dictadura todavía está por escribir.

Entrevista: Ben Fryer, antiguo investigador en la edición estadounidense de FP.