La nueva revolución llega a La Habana

Ahora que el férreo control del régimen castrista se debilita, ¿podría la clase intelectual recuperar cierto espacio vital? FP preguntó su opinión a la conocida bloguera y disidente cubana Yoani Sánchez.

FOREIGN POLICY. ¿La transición política entre Fidel y Raúl Castro ha cambiado el panorama literario o el debate político en Cuba?

Yoani Sánchez. La mayor repercusión que tuvo esta sucesión política fue un debate digital entre intelectuales cubanos en enero y febrero de 2007. Durante un par de semanas, numerosos escritores, poetas y músicos intercambiaron mails con críticas a la política cultural de la revolución de los hermanos Castro. Eso no habría sido posible con Fidel en el poder sólo unos meses antes.

FP. Actualmente, ¿quiénes son los autores con más éxito en Cuba? ¿Sus obras tienen algún contenido político?

YS. Leonardo Padura y Pedro Juan Gutiérrez son quizá los escritores con más éxito, tanto en el mercado extranjero como dentro del país. Ambos escriben con espíritu crítico sobre nuestra realidad, aunque no se puede decir que ninguno haga literatura política en sí misma. Sus textos dibujan una Cuba diferente a la que los discursos oficiales pretenden hacernos creer, y ése es uno de los motivos por los que tienen buena acogida entre el público cubano.

FP. ¿Cómo influyen aspectos importantes de la cultura cubana, como la comida o los deportes, en la literatura?

YS. Últimamente, el tema de las religiones africanas ha influido en la literatura cubana más que nunca. Es difícil encontrar una novela que no trate, aunque sea tangencialmente, lo que para unos es folclor y para otros es vida espiritual. Respecto al arte culinario, lo que se ve es la preocupación por conseguir simplemente lo suficiente para comer. La crisis económica ha hecho desaparecer muchos platos típicos cubanos, y el recuerdo de esos sabores perdidos es una constante en la expresión literaria.

FP. Con las restricciones para viajar, ¿se nota una mayor demanda de libros sobre otros lugares?

YS. Leer es una forma de viajar. Dadas las limitaciones a las que se enfrentan los cubanos a la hora de salir fuera del país, descubrir otra realidad a través de las páginas de un libro resulta atractivo. Así que muchos de nosotros conocemos París de memoria aunque nunca hayamos puesto un pie en esa ciudad. Lo mismo pasa con Berlín, Roma e incluso con Tokio. Gracias a los libros conseguimos viajar a un montón de lugares sin que los agentes de inmigración puedan decirnos nada.

Entrevista: Alex Ely, estudiante en el College of William and Mary (EE UU).