Nacionalismo literario al sur de Río Grande

¿Cree que los libros han muerto? Visite Ciudad de México, donde está prosperando un mercado de obras de ficción, autoayuda y política. Para averiguar por qué, FP ha entrevistado a Cristóbal Pera, directivo de la industria editorial afincado en México.

 

FOREIGN POLICY. ¿Qué se lee en México?

Cristóbal Pera. Existe un importante mercado para la literatura política, obras que intentan destapar la corrupción. Los libros que continúan artículos periodísticos se convierten en best sellers. Hay uno sobre Vicente Fox, el ex presidente mexicano, que lo acusaba de corrupción a través de su mujer, y que ha cosechado un gran éxito. Cada año hay uno o dos fenómenos de ventas.

FP. A diferencia de la mayor parte del mundo, parece que los mexicanos y otros latinoamericanos compran más libros hoy. ¿Por qué?

C.P. El número de lectores sigue siendo muy bajo. Ahora bien, ese reducido grupo lee una gran cantidad de cierto tipos de publicaciones: tebeos, libros sobre sexo… Tenemos en México un ilustrador, Rius, que ha publicado más de 150 títulos y es muy crítico con el statu quo. Escribe tebeos que cuentan “qué es el comunismo”, “qué es Cuba”, o “qué son los alimentos que comemos y por qué son una m…”. Explica cosas simples de una forma sencilla de entender para un amplio público con escasos medios económicos. Es todo un héroe en México, un auténtico reflejo de la República.

FP. Muchos otros países elevan las traducciones a los primeros puestos de ventas, pero parece que los libros locales gozan de especial popularidad en América Latina, y en México en particular. ¿Por qué?

C.P. Yo me pregunto lo mismo. Puede ser una cuestión de nacionalismo. Esto suena un poco simplista, pero creo que explica en parte este fenómeno. Algunos de esos libros que llegan de EE UU son buenos, entretienen, pero no hablan de nosotros.

FP. Hace pocas décadas, se produjo, primero en Europa y más tarde en EE UU, una enorme oleada de interés en autores latinoamericanos. Pero ahora, en un momento en el que se supone que el planeta está más interconectado que nunca, parece que la literatura latinoamericana no está teniendo el mismo tipo de repercusión en el mundo. ¿Por qué?

C.P. Existen muchas respuestas posibles. Pero la aparición de aquellos jóvenes autores supuso una gran sorpresa en el mundo literario, porque su estilo y las historias que contaban eran completamente novedosos. En Alemania, los lectores no podían creer lo que estaban leyendo cuando cogían una obra de García Márquez o de Julio Cortázar. Pero ahora el factor sorpresa ha desaparecido.

FP. ¿Es posible que sea porque muchas personas en todo el mundo tienen una experiencia cultural similar hoy en día?

C.P. Por eso y porque los nuevos autores latinoamericanos no hablan tanto sobre cuestiones latinas. La identidad latinoamericana no forma parte de la agenda de estos jóvenes escritores. Quieren ser internacionales, quieren tener una repercusión global.

FP. ¿Cómo han influido las telenovelas en los hábitos de lectura?

C.P. El consumo de culebrones es, todavía ahora, más relevante que el de otras formas de ficción. La novela Sin tetas no hay paraíso, del colombiano Gustavo Bolívar, ha vendido 100.000 ejemplares en su país. Llegó a México y la publicamos. Y ahora la NBC ha pagado casi dos millones de euros por los derechos en EE UU [y en España se emite una serie basada en la obra]. Así que, en este caso, está clara la conexión entre la literatura y la cultura popular. Se trata de una novela sobre unas jóvenes que quieren ponerse implantes de pecho ante la presión generada por las chicas de su edad.