De Tahrir a Lulu, una guía de las nuevas plazas de Tiananmen

De Tahrir a Lulu, una guía de las nuevas plazas de Tiananmen

 

 

PLAZA TAHRIR (DE LA LIBERACIÓN): El Cairo (Egipto)

Bautizada así para conmemorar la caída de la monarquía egipcia y la fundación de la nueva república en 1952, el principal espacio público de El Cairo es una inmensa área en el centro de la ciudad rodeada de monumentos como el Museo Egipcio, la sede de la Liga Árabe y el viejo campus de la Universidad Americana en El Cairo.

Éste es el lugar en el que se ventila la indignación de los ciudadanos desde hace mucho tiempo, con hitos como los disturbios de 1977 por el pan y las manifestaciones en 2003 contra la guerra de Irak, hasta llegar a las protestas contra el Gobierno que dejaron paralizada a la policía el 25 y el 28 de enero de 2011. Unos días después, los manifestantes de la plaza Tahrir repelieron un ataque brutal en el que participaron cientos de matones armados, docenas de ellos a caballo y en camello. Los rebeldes se apresuraron a levantar barricadas y llevaron medicinas, mantas, alimentos y tiendas, con la promesa de permanecer allí hasta que el presidente Hosni Mubarak dimitiera. Con el paso del tiempo y con todo su perímetro bien defendido, la plaza desarrolló su propio ecosistema, creando un periódico y un perfil en Facebook, servicio de aparcacoches, puntos de recarga de móviles y una pantalla para ver la televisión por satélite. Hoy se ha convertido en uno de los destinos turísticos más populares de Egipto.

 

PLAZA TAHRIR: Sanaa (Yemen)

A diferencia de su plaza hermana en El Cairo, la Plaza de la Liberación de Sanaa está ocupada en la actualidad por los partidarios del Gobierno del presidente Alí Abdullah Saleh, que ocupa el poder en Yemen desde 1978. De acuerdo al periódico canadiense The Globe and Mail: "muchos son campesinos pobres y miembros de tribus que van allí porque les dan comida gratis y, según se dice, un pequeño estipendio diario".

Al parecer, los partidarios de Saleh -algunos de los cuales están armados- han levantado en la plaza tiendas y puestos en los que venden libros y hacen exposiciones de artes plásticas y artesanía. En las últimas semanas, el lugar ha sido escenario de violentos choques entre grupos a favor y en contra del Estado, y la oposición se ha visto obligada a establecer su base a unos dos kilómetros de distancia, en la Universidad de la capital.

PLAZA TAHRIR: Bagdad (Irak)

Efectivamente, Bagdad también tiene una Plaza de la Liberación. El 25 de febrero, unos 6.000 iraquíes se manifestaron en el área central situada enfrente de la Zona Verde, al otro lado del río, para expresar su indignación con el Gobierno del primer ministro Nuri al Maliki, que tiene dificultades para proporcionar los servicios y la estabilidad necesarios, a pesar de haber obtenido un segundo mandato. Los manifestantes gritaron eslóganes contra Maliki y la ocupación estadounidense e incluso trataron de dirigirse hacia la Zona Verde, pero las fuerzas antidisturbios los reprimieron con violencia y a toda velocidad.

El principal punto de referencia de la plaza es una obra de arte diseñada por el difunto escultor nacido en Irak, Jawad Salim, para conmemorar el fin del poder colonial británico en 1958. La conmemoración a la Libertad es una inmensa losa horizontal que sostiene 14 relieves en bronce con escenas alegóricas relativas a aquella revuelta. "El monumento tiene un significado simbólico evidente, porque transmite el sufrimiento de los ciudadanos a través de la historia", escribe el antropólogo estadounidense de origen iraquí Zainab Saleh. Por supuesto, la revolución de 1958 (en realidad, un golpe de Estado llevado a cabo por un grupo de oficiales con la intención de derrocar la monarquía hachemí, amiga de los británicos) tuvo mal final: décadas de inestabilidad que desembocaron en el ascenso de Sadam Husein.

GLORIETA DE LULU: Manama (Bahrein)

Escenario de un ataque mortal llevado a cabo antes del amanecer del 17 de febrero por las fuerzas de seguridad bahreiníes, la Glorieta de Lulu (la Perla) es un bullicioso cruce de tráfico en el paseo marítimo del distrito financiero de Manama. Recibe su nombre de la estatua gigante situada en el centro, una enorme perla blanca sostenida por seis brazos que representan velas. Tiene unos 100 metros de diámetro, pero el área circundante es mucho mayor y en ella caben decenas de miles de personas.

Los días de la ira de Bahrein comenzaron el 14 de febrero, cuando los manifestantes empezaron a reunirse pero se encontraron con una rápida, aunque torpe, represión policial que mató a una persona e hirió a docenas. Al día siguiente, numerosos participantes indignados, en su mayoría chiíes, ocuparon el lugar y empezaron a levantar un campamento en tímida imitación de sus hermanos de El Cairo. "La gente quiere la caída del régimen", empezaron a gritar -otro eco de Egipto-, mientras se instalaban y empezaban a llevar comida, sábanas e incluso generadores eléctricos. Sin embargo, la situación se deterioró cuando las fuerzas antidisturbios atacaron el campamento con gas lacrimógeno y munición, con el resultado de seis personas muertas y la plaza inaccesible. Dos días después, el Gobierno se retractó e hizo un llamamiento al diálogo y los manifestantes volvieron allí. Y allí siguen.

AVENIDA HABIB BURGUIBA: Túnez (Túnez)

La arteria central de Túnez es la avenida Habib Burguiba, bautizada en honor del primer presidente del país y predecesor del recién depuesto presidente Zine el Abidine Ben Alí. Allí, todas las ciudades tienen una avenida Burguiba, pero la de la capital es especialmente importante. La amplia vía está bordeada de árboles, restaurantes y tiendas. Atraviesa la ciudad de este a oeste, desde la parte vieja hasta el puerto, y termina en la Plaza de la Independencia. Algunos la consideran la versión tunecina de los Campos Elíseos.

Durante la revuelta popular que vivió el país en enero, la avenida se convirtió en lugar de reunión de los manifestantes, decenas de miles, que pedían la destitución de Ben Alí. Fue también escenario de cargas policiales: los gases lacrimógenos y el sonido de los disparos fueron omnipresentes durante las protestas, y cientos de ciudadanos fueron detenidos. De las 219 personas que se calcula que murieron durante las tres semanas de revolución, muchos lo hicieron en esta avenida. La calle está más tranquila desde que Ben Alí huyó de Túnez, el 14 de enero, y un Gobierno provisional empezó a preparar la transición democrática. Ahora, la zona es testigo de otro tipo de acciones políticas, las de los ciudadanos que debaten y discuten sobre el futuro del Estado tunecino.

GLORIETA DEL GLOBO: Sohar (Omán)

Las protestas de Omán se intensificaron el 27 de febrero en la ciudad portuaria de Sohar, en el nordeste del país, un centro industrial en una zona habitualmente tranquila. La Glorieta del Globo se llama así por el enorme globo situado sobre un pedestal hexagonal en medio de la plaza. Se ha convertido en centro de las protestas de los ciudadanos que exigen el fin de la corrupción, mejores sueldos, alimentos más baratos y la abolición de los impuestos. Un pequeño grupo de personas acampa allí desde hace varios días, pese a los intentos de dispersión que han hecho las fuerzas de seguridad y el Ejército. El domingo 27 de febrero, la policía disparó, mató a dos personas e hirió a otras, pero los manifestantes no se amilanaron: al día siguiente llegaron varios centenares más.

El 28 de febrero, la policía desapareció y las protestas se volvieron violentas; un grupo de manifestantes airados prendió fuego al Lulu Hypermarket y saqueó la tienda. En una estatua cercana había una pintada que decía: "El pueblo tiene hambre".

PLAZA UNO DE MAYO: Argel (Argelia)

La Plaza 1 de Mayo, en la capital de Argelia, se llama así en homenaje al Día Internacional del Trabajo, pero, el mes pasado, los manifestantes que planteaban las mismas reivindicaciones que en otras partes del mundo árabe intentaron convertirla en la versión argelina de la Plaza Tahrir. Ésta ya había sido escenario de manifestaciones populares con anterioridad: en 1991, los partidarios del grupo fundamentalista musulmán Frente Islámico la ocuparon para protestar contra los cambios de las leyes electorales.

El 19 de febrero, grupos de personas se congregaron en ella para iniciar una marcha inspirada por otros levantamientos en la región, la primera desde que, a principios de enero, unos jóvenes prendieran fuego a edificios oficiales al grito de "¡Dadnos azúcar!" El número de manifestantes fue relativamente bajo: la agencia oficial de noticias dijo que no habían asistido más que 60 personas y Reuters dio una cifra de 500, mientras que los jefes de la oposición hablaron de 5.000. No obstante, hicieron oír bien sus voces con gritos para exigir la dimisión del presidente Abdelaziz Buteflika, que ocupa el poder desde 1999.

Antes de estas últimas protestas, el Gobierno había levantado el estado de emergencia, en vigor desde hacía 19 años. Pero las manifestaciones en Argel continúan prohibidas y la ira que impulsó las últimas revueltas está aún presente.

PEDRO UGARTE/AFP/Getty Images; MOHAMMAD HUWAIS/AFP/Getty Images; AHMAD AL-RUBAYE/AFP/Getty Images; JOSEPH EID/AFP/Getty Images; Getty Images; KARIM SAHIB/AFP/Getty Images;STR/AFP/Getty Images