La vocación del nuevo Centro Internacional de Toledo
para la Paz es contribuir decisivamente a la prevención y resolución
de conflictos.
La paz es un bien social superior que, por la frecuencia con que es conculcado,
necesita de una especial protección. La sociedad civil reclama con insistencia
creciente, y con notorio éxito, un papel cada vez más activo en
su salvaguarda de la paz. La ciudadanía, como ha puesto en evidencia
la guerra de Irak, hace tiempo que dejó de desentenderse de conflictos
que antaño podían verse como ajenos y que hoy siente propios y
se organiza en instancias no gubernamentales, con objeto de hacerse oír,
influir en sus autoridades e incluso participar activamente en la desactivación
de los conflictos.
Ha sido muy recientemente cuando los españoles han tomado conciencia
de que su contribución a operaciones multilaterales trasciende el ámbito
de los diplomáticos y los gobiernos, para pasar a dominar los debates
de la sociedad civil. FRIDE y la Fundación José Ortega y Gasset
acaban de crear –con el copatrocinio del Ministerio de Asuntos Exteriores,
la Junta de Castilla-La Mancha y el Ayuntamiento de Toledo– el Centro
Internacional de Toledo para la Paz. Es la primera organización independiente
y sin fines de lucro en nuestro país con vocación de contribuir
decisivamente a la prevención y resolución de conflictos.
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 Unidos por la paz: palestinos e israelíes rechazan el muro cerca de Jerusalén en febrero. |
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Todas sus actividades estarán orientadas a dar respuesta, desde la sociedad
civil, al desafío de las perturbaciones de la paz. La investigación
y análisis que realice tendrán siempre el foco puesto sobre la
generación en tiempo real de opciones políticas y recomendaciones
para que los diferentes actores estén mejor pertrechados para prevenir
o resolver el conflicto. Asimismo, por iniciativa propia o a instancia de las
partes en un conflicto u otros actores concernidos por el mismo, emprenderá
acciones de mediación o de diplomacia de segunda vía (second
track diplomacy), en o fuera del terreno del conflicto, que complementen
la vía gubernamental.
Existe ya en marcha un proyecto de estas características, The Gaza Disengagement
Project, consistente en sentar en torno a una mesa a representantes muy cualificados
de la sociedad civil israelí y palestina, así como a terceras
partes interesadas, con objeto de proponer un modelo de gobernabilidad de la
franja de Gaza, tras la anunciada retirada de Israel.
Y, finalmente, el centro de Toledo desarrollará labores de formación
profesional, dirigidas a aquellas personas que puedan jugar algún papel
en la prevención de conflictos, gestión de crisis o de mantenimiento
de la paz.
La vocación del nuevo Centro Internacional de Toledo
para la Paz es contribuir decisivamente a la prevención y resolución
de conflictos. Carlos Westendorp
La paz es un bien social superior que, por la frecuencia con que es conculcado,
necesita de una especial protección. La sociedad civil reclama con insistencia
creciente, y con notorio éxito, un papel cada vez más activo en
su salvaguarda de la paz. La ciudadanía, como ha puesto en evidencia
la guerra de Irak, hace tiempo que dejó de desentenderse de conflictos
que antaño podían verse como ajenos y que hoy siente propios y
se organiza en instancias no gubernamentales, con objeto de hacerse oír,
influir en sus autoridades e incluso participar activamente en la desactivación
de los conflictos.
Ha sido muy recientemente cuando los españoles han tomado conciencia
de que su contribución a operaciones multilaterales trasciende el ámbito
de los diplomáticos y los gobiernos, para pasar a dominar los debates
de la sociedad civil. FRIDE y la Fundación José Ortega y Gasset
acaban de crear –con el copatrocinio del Ministerio de Asuntos Exteriores,
la Junta de Castilla-La Mancha y el Ayuntamiento de Toledo– el Centro
Internacional de Toledo para la Paz. Es la primera organización independiente
y sin fines de lucro en nuestro país con vocación de contribuir
decisivamente a la prevención y resolución de conflictos.
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Unidos por la paz: palestinos e israelíes rechazan el muro cerca de Jerusalén en febrero. |
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Todas sus actividades estarán orientadas a dar respuesta, desde la sociedad
civil, al desafío de las perturbaciones de la paz. La investigación
y análisis que realice tendrán siempre el foco puesto sobre la
generación en tiempo real de opciones políticas y recomendaciones
para que los diferentes actores estén mejor pertrechados para prevenir
o resolver el conflicto. Asimismo, por iniciativa propia o a instancia de las
partes en un conflicto u otros actores concernidos por el mismo, emprenderá
acciones de mediación o de diplomacia de segunda vía (second
track diplomacy), en o fuera del terreno del conflicto, que complementen
la vía gubernamental.
Existe ya en marcha un proyecto de estas características, The Gaza Disengagement
Project, consistente en sentar en torno a una mesa a representantes muy cualificados
de la sociedad civil israelí y palestina, así como a terceras
partes interesadas, con objeto de proponer un modelo de gobernabilidad de la
franja de Gaza, tras la anunciada retirada de Israel.
Y, finalmente, el centro de Toledo desarrollará labores de formación
profesional, dirigidas a aquellas personas que puedan jugar algún papel
en la prevención de conflictos, gestión de crisis o de mantenimiento
de la paz.
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Patronato: C/ Felipe IV, 5. 28014 Madrid.
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Carlos Westendorp ha sido ministro
de Asuntos Exteriores y Alto Representante de la comunidad internacional en
Bos-nia-Herzegovina.
