Aaron Elias tiene razón cuando apunta que "varios radicales islámicos" sueñan
con un mundo en el que la ley islámica se practique en todas partes.
Joseph Vignos también, al decir que muchos musulmanes educados en la
tradición dura del golfo Pérsico creen que es su obligación
trabajar para que el islam se convierta en religión global. Aún
así, la idea del imperio de Dios en la Tierra es común a la mayoría
de las religiones, en especial las proselitistas. Pero, por mucho que lo deseen,
los extremistas raramente lo ven como una posibilidad práctica.
Ven objetivos políticos a corto plazo, como liberar la península
arábiga de soldados "infieles", y reconocen que los objetivos
a largo plazo, como recuperar el control sobre la extensión "natural" del
mundo islámico, tendrán que esperar, si es que alguna vez se
logran. Abdulá Azzam, mentor espiritual de Osama Bin Laden y una de
las influencias clave en el salafismo moderno yihadista, hizo un llamamiento
para la restauración del dominio del islam sobre Al
Andalus, pero no
sobre el resto de España, que no consideraba perteneciente por derecho
a ningún Estado musulmán. El punto clave es que la visión
de los militantes y lo atractivo de su ideología para muchos en el mundo
islámico hunde sus raíces en la percepción de que su religión,
sociedad, cultura, e incluso su lengua, se encuentran bajo ataque de Occidente.
Lo trágico es que ambos bandos creen que están amenazados por
la agresión del otro.
Aaron Elias tiene razón cuando apunta que "varios radicales islámicos" sueñan
con un mundo en el que la ley islámica se practique en todas partes.
Joseph Vignos también, al decir que muchos musulmanes educados en la
tradición dura del golfo Pérsico creen que es su obligación
trabajar para que el islam se convierta en religión global. Aún
así, la idea del imperio de Dios en la Tierra es común a la mayoría
de las religiones, en especial las proselitistas. Pero, por mucho que lo deseen,
los extremistas raramente lo ven como una posibilidad práctica.
Ven objetivos políticos a corto plazo, como liberar la península
arábiga de soldados "infieles", y reconocen que los objetivos
a largo plazo, como recuperar el control sobre la extensión "natural" del
mundo islámico, tendrán que esperar, si es que alguna vez se
logran. Abdulá Azzam, mentor espiritual de Osama Bin Laden y una de
las influencias clave en el salafismo moderno yihadista, hizo un llamamiento
para la restauración del dominio del islam sobre Al
Andalus, pero no
sobre el resto de España, que no consideraba perteneciente por derecho
a ningún Estado musulmán. El punto clave es que la visión
de los militantes y lo atractivo de su ideología para muchos en el mundo
islámico hunde sus raíces en la percepción de que su religión,
sociedad, cultura, e incluso su lengua, se encuentran bajo ataque de Occidente.
Lo trágico es que ambos bandos creen que están amenazados por
la agresión del otro.
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