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Las profundas ramificaciones políticas y económicas de la denominada “quinta mafia italiana”.

El pasado 5 de noviembre se celebraba en Roma la primera audiencia del proceso judicial contra la que algunos comentaristas políticos ya han denominado la “quinta mafia italiana”, un grupo de políticos –tanto de derechas como de izquierdas– y empresarios que, según los investigadores, se habrían dedicado a saquear las arcas públicas durante años sirviéndose de una gran variedad de licitaciones amañadas. Se espera que sea un proceso judicial largo y que se convierta en uno de los históricos maxi-procesos italianos.

 

En cifras

En el proceso se dirimirá el futuro de 46 imputados –la mayor parte ya encarcelados o bajo arresto domiciliario–, que serán defendidos por 60 abogados. Se escuchará a 282 testigos que participarán en alguna de las 3 o 4 audiencias que tendrán lugar hasta  julio de 2016 (están previstas unas 130 audiencias en total). También se manejarán las miles de páginas con las transcripciones de llamadas telefónicas grabadas por la policía. Hay más de 100 medios acreditados, entre los que se encuentran unas 80 cámaras y fotógrafos.

A falta de que se determine en el juicio la cuantía de los contratos públicos fraudulentos, hasta el momento se han incautado provisionalmente bienes de los imputados por un valor de unos 360 millones de euros, sobre todo bienes inmuebles. Hasta la fecha, ya han recibido penas de cárcel algunos de los imputados mediante el rito procesal abreviado. El último en conocer la sentencia condenatoria ha sido Daniele Ozzimo, ex asesor del ayuntamiento de Roma adscrito al Partido Democrático. La condena por corrupción asciende a dos años y dos meses.

 

Imputados principales

Un empleado de la justicia italiana empuja un carro cargado con archivos sobre el Caso Mafia Capitale. Alberto Pizzoli/AFP/Getty Images
Un empleado de la justicia italiana empuja un carro cargado con archivos sobre el Caso Mafia Capitale. Alberto Pizzoli/AFP/Getty Images

Los investigadores afirman que estamos ante una asociación criminal para delinquir de tipo mafioso, mientras que los imputados principales lo niegan. Sus abogados ya han protestado por el uso de la palabra “mafia”. Sin embargo, los tribunales declararon la prisión incondicional para uno de los principales imputados, Massimo Carminati, en base al artículo 41 bis del código penal italiano, reservado para mafiosos.

Para entender quién es Massimo Carminati hay que remontarse a los Años de Plomo italianos, un período que comprende las décadas de los 70 y los 80. En aquellos años, Carminati fue un destacado militante de grupos armados de la extrema derecha italiana relacionados con ataques terroristas, como el que voló una parte considerable de la estación ferroviaria de Bolonia en 1980 causando 85 muertos. Carminati, que perdió un ojo tras un intercambio de disparos con un policía, estaba en aquellos años muy relacionado con los servicios secretos italianos y con grupos criminales como la famosa banda criminal romana La Magliana. Con diversas condenas por robo, violencia y extorsión, Carminati  sería, según los investigadores, el cerebro del sistema mafioso conocido como Mafia Capitale. Su papel, como en los tiempos de la Magliana, habría sido clave sirviendo de enlace entre ...