La periodista y bloguera ugandesa Rosebell Kagumire.
La periodista y bloguera ugandesa Rosebell Kagumire.

La sociedad civil en África está cada vez más presente tanto en este continente como en el resto del mundo. Gracias a las nuevas tecnologías, los altavoces que ahora tiene son más potentes y crean el ambiente necesario para alcanzar estas sinergias comunicativas. Personas que día a día trabajan para que la voz que se escucha desde África sea la de los propios africanos. Sobre esta realidad, esglobal ha tenido la oportunidad de hablar con la periodista y bloguera Rosebell Kagumire (Bushenyi, Uganda, 1983).

esglobal. Las sociedades africanas junto con sus ciudadanos están jugando un papel importante en la construcción del presente. Pero como activista, ¿cuáles son los desafíos a los que se enfrenta?

Rosebell Kagumire. En realidad, no me definiría como una activista en el sentido estricto de la palabra. Soy una especialista en comunicación que tiene pasión por ciertas causas en particular. Creo que es difícil o incluso lento ver resultados en la labor del activismo.También es complicado el hacer ver a la gente joven la fuerza que tienen para controlar a las personas que ostentan el poder y que esto se puede hacer no solo a través de las elecciones.

esglobal. En relación a la participación de los jóvenes en la acción política y social, ¿están las nuevas tecnologías cambiando la manera en que la juventud africana se implica en estas causas? Sobre todo a través de las redes sociales e Internet…

R. K. En efecto, las redes sociales están haciendo que sea un poco más fácil llegar a la gente joven y conseguir que estas voces nuevas hablen sobre temas que les afectan tanto en sus países como en todo el continente. Pero también existe el reto de cómo convertir este entusiasmo online en una acción offline.

esglobal. En ocasiones existe la sensación de que nos quejamos mucho puertas adentro pero luego este descontento no se traduce en participación en la sociedad. ¿Cómo cambiaría esta situación?

R. K. Creo que hablar es un paso y si la gente no habla sobre algunos asuntos, entonces, no harán mucho al respecto. También ayuda que las personas o la gente joven conozcan las distintas opciones o soluciones existentes para solventar sus propios problemas. Pongo por ejemplo cuando se debatió una ley en contra de la pornografía que trataba de forma específica la forma de vestir de las mujeres, lo que hizo que se pusieran en marcha movilizaciones. Hubo una buena coordinación online y aumentó el número de personas que protestaron contra esto. Así que los medios sociales son una herramienta que pueden dar algún resultado.

esglobal. ¿Ha habido mejorías para las mujeres en el ámbito del activismo social gracias a estas tecnologías?

R. K. En mi opinión, las mujeres siempre se han organizado en África, pero tecnologías como los SMS e Internet les han permitido tener un mayor alcance. Mientras el acceso a la Red aumenta, vemos también un incremento en la participación o en la voluntad de hacerlo por parte de la población femenina. Vemos a mujeres interviniendo de forma activa en programas de radio para denunciar cualquier abuso al que tienen que hacer frente en sus comunidades o cualquier falta de oportunidades a la que se enfrenten. Esto amplifica sus voces mucho más rápido que antes. Posibilita que las historias personales sean contadas por la gente que las vive.

Sin embargo, nos encontramos ante una brecha digital en cuestiones de género. Los hombres tienen el doble de posibilidades que las mujeres de tener acceso a Internet. Según el informe de Intel Women and the Web: “De media y en países en desarrollo, casi un 25% menos de mujeres que de hombres tienen acceso a Internet y esta desigualdad de género se dispara hasta rozar el 45% en regiones como el África Subsahariana”.

esglobal. Bajo su punto de vista, ¿qué tipo de políticas tendrían que ponerse en práctica para que esta brecha desapareciera?

R. K. Debemos considerar medidas que incluyan los intereses que mujeres y niñas tienen en la tecnología, así como educar para garantizar que ellas sean parte de todo esto. Durante mucho tiempo, hemos ignorado la falta de mujeres en el campo tecnológico, pero estamos viendo las consecuencias. Por ello, debemos garantizar programas específicos dirigidos a las mujeres en los colegios y en las universidades.

Por supuesto, también el acceso a Internet tiene que ver con la desigualdad de renta, de ingresos. Hay una menor probabilidad que mujeres cuyas familias no tienen cubiertas las necesidades mínimas puedan comprarse un teléfono. Incluso, a muchas les dan sus teléfonos sus propios maridos. Por eso el empoderamientoeconómico de las mujeres también es importante.

esglobal. Empoderamiento es una palabra amable, pero parece que en ocasiones está falta de contenido. ¿Alguna sugerencia para llenarla de significado?

R. K. Bueno, es como la palabra “democracia”, ¿no es así? A las palabras solo se les puede dar significado a través de las acciones. Creo que hay varios modelos de empoderamiento femenino. Antes mencioné el económico para asegurar que las mujeres tienen a su disposición las mismas oportunidades que los hombres. Los programas escolares sobre nuevas tecnologías dirigidos a las niñas es una forma de empoderamiento, pero también es necesario poner en marcha acciones fuera de las aulas en relación a la desigualdad de ingresos.

No soy economista pero el uso de microcréditos ha mejorado mucho la vida de las mujeres. Además son ellas las que en África producen más del 70% de los productos agrícolas, aunque siga siendo uno de los sectores a los que menos se atiende. A este respecto, hemos visto como aplicaciones tecnológicas han ayudado a mujeres a comerciar lo que producen. Todo esto es también empoderamiento, usar la tecnología para unir a mujeres y conseguir mejores opciones de mercado.

esglobal. “Bring Back Our Girls” es la prueba de una campaña africana que se extendió por todo el mundo. En la actualidad, ¿personas que antes no tenían voz tienen ahora este poder, el poder de ser escuchadas?

R. K. Como resultado positivo estas campañas posibilitan el poder de la palabra. Pero lo que está pasando en Nigeria nos recuerda, humildemente, que los cambios no se van a producir fácilmente. El gobierno de Nigeria no hizo lo suficiente, la atención mundial se focalizó en el país, pero todavía hay complejidades sobre qué tipo de intervención es la correcta en Nigeria.

esglobal. África es muy diversa y no se puede generalizar. Pero, ¿hay algo en común, algún nexo o incluso alguna coordinación entre activistas o movimientos sociales?

R. K. África, al igual que Europa o Asia, está compuesta por varias culturas. Pero, y en ocasiones, las generalizaciones no se pueden evitar. El que haya similitudes entre los pueblos produce como resultado un énfasis en los estereotipos negativos, algo que nunca es bueno.

Cada país tiene sus propios movimientos definidos por nuestras historias similares aunque diferentes. Si miras a Uganda y Kenia, son Estados vecinos colonizados por los británicos pero los efectos y las reacciones hacia este colonialismo fueron distintos. No se comprenden las diferentes formas que existen de abordar las soluciones a sus propios problemas.

Incluso en la propia Uganda tenemos más de 40 grupos étnicos en diversas regiones y cada uno arregla sus asuntos de manera distinta. Al igual que España sufre una crisis económica como Grecia, el impacto y las soluciones pueden ser distintos en una crisis similar. Creo que esto mismo se puede decir de África.

esglobal. Y centrándonos en Uganda, en particular, ¿cómo está su país viviendo el auge de la participación de la sociedad civil?

R. K. Creo que tenemos problemas con la militarización del espacio político establecido por el Gobierno de Museveni. Se han desarrollado leyes que limitan el trabajo de la sociedad civil para intimidar a la gente, pero creo que es una consecuencia inevitable de tener a un presidente en el poder durante 28 años. La sociedad civil amenaza al régimen, a su círculo y a su hegemonía y con el tiempo no podremos evitar el mismo camino que sigue Zimbabue.

esglobal. En cuanto al panorama mediático, ¿cómo lo están haciendo los medios de comunicación con estas nuevas herramientas tecnológicas?

R. K. Bueno, los medios de comunicación están teniendo muchas oportunidades que están aprovechando con las nuevas tecnologías, la voz de más gente puede ser escuchada pero el control de los gobiernos es todavía una amenaza. Allí donde éstos no tienen el control, muchos propietarios de medios de comunicación tienen conexiones con el poder. Pero aún así, algunos medios están prosperando y dan cabida a estas personas que en el pasado no eran visibles.

esglobal. ¿Son los periodistas considerados una amenaza por las autoridades o todavía tienen espacio suficiente para trabajar?

R. K. Depende de dónde te refieras. No puedo generalizar, en algunos lugares sí y en otros no. En algunos países solo cuando amenazan algunos de los intereses de la clase dirigente pero en otros son libres.

esglobal. En el caso de Uganda, ¿cómo es la situación?

R. K. Es libre en parte. Acabo de hacer referencia al desafío que supone la propiedad de los medios de comunicación para la libertad de prensa. Los periodistas pueden cubrir muchos temas pero si son asuntos que amenazan el poder de Museveni, entonces, las empresas editoras no quieren saber nada. Hay una delgada línea entre qué es lo que representa una amenaza para el poder de Museveni y qué es una amenaza para la seguridad nacional, después de 28 años de poder personalizado.

esglobal. Como pregunta final, ¿qué consejo darías a aquella gente joven a la que le gustaría participar en movimientos sociales?

R. K. Creo que no hay que dejar las cosas en manos del destino. Los jóvenes africanos son mayoría en el continente, en sus propios países tiene la posibilidad de definir su futuro. Y no son el futuro como dice la gente más mayor, el futuro es ahora. Ser apolítico es dejar tu futuro en manos del destino de forma absoluta.