Corresponsal en Moscú del diario inglés The Guardian desde 2007, Luke Harding recibió a finales de 2010 la noticia de que no le renovarían su credencial de prensa. Abandonó Rusia en febrero de 2011. Se convirtió así en el primer periodista occidental en ser expulsado de Rusia desde el final de la Guerra Fría. De vuelta en Inglaterra, y tras participar en el trabajo de selección y publicación de los cables de WikiLeaks relativos a Rusia, escribió un libro titulado Mafia State: How one reporter became an enemy of the brutal new Russia, en el que ofrece un relato de su historia personal combinado con el análisis periodístico de cómo funcionan algunos de los mecanismos de poder en este país.
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AFP/Getty Images |
FP en español. En su libro relata el acoso que sufrió del FSB desde su llegada a Moscú como corresponsal. ¿Qué métodos emplearon los servicios secretos rusos para controlarlo?
Luke Harding: Pocas semanas después de mi llegada a Rusia como corresponsal de The Guardian, se publicó en mi periódico un reportaje sobre el ex oligarca Boris Berezovsky en el que se criticaba a Putin y a su gobierno. A raíz de ese reportaje fui citado en las oficinas del FSB para declarar cuál era mi relación con Berezovsky. Desde ese momento, comenzaron a seguirme agentes del FSB, colocaron micrófonos en mi casa, incluido el dormitorio, interceptaban mis correos electrónicos y pincharon mis líneas telefónicas. Los peores momentos de esa campaña de hostigamiento fueron los allanamientos de mi casa. No trataron de disimular que habían entrado en la casa en la que vivía con mi mujer y mis dos hijos. Parte del encanto de esos allanamientos era precisamente hacerme ver que podían llegar hasta dónde quisieran: por ejemplo, dejando la ventana abierta del cuarto de mi hijo, de pocos años de edad, abierta de par en par. Algo peligroso ya que vivíamos en un piso bastante alto de uno de esos monumentales bloques de apartamentos típicos del extrarradio moscovita. Con el tiempo descubriría que todos los métodos de hostigamiento que utilizaron contra mí, eran los mismos que durante la época soviética se habían llevado a cabo contra los disidentes. En otras palabras, en ese sentido no ha cambiado nada, se usan las mismas técnicas de hostigamiento que aparecían en los manuales de operaciones del KGB.
FP en español. ¿Percibió durante sus años como corresponsal algún indicio de que podrían llegar a producirse unas protestas como las que se registraron tras los comicios legislativos de diciembre?
L. H. No, en absoluto. Lo que sucedió en diciembre, tras las elecciones, cogió a todos por sorpresa, incluida la oposición y, sobre todo, al régimen de Putin. Lo que sí percibí durante mis años como corresponsal en Moscú, sobre todo entre las clases más cultivadas y liberales, los miembros de la denominada intelligentsia, fue sobre ...
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