Un vista aérea de la presa en el río Atibainha, en Nazare Paulista, durante la sequía que está afectando al estado de Sao Paulo, Brasil, diciembre 2014. Miguel Schincariol/AFP/Getty Images.
Un vista aérea de la presa en el río Atibainha, en Nazare Paulista, durante la sequía que está afectando al estado de Sao Paulo, Brasil, diciembre 2014. Miguel Schincariol/AFP/Getty Images.

La mayor y más rica ciudad de América del Sur está al borde de la catástrofe. Con su principal reserva de agua al 5%, la población ya sufre racionamiento, algunas empresas han amenazado con marcharse y, si las lluvias no lo evitan, la situación podría llegar al desabastecimiento. Pero, ¿cómo se ha llegado a esta situación?

La ciudad más poblada y pujante de Brasil y de toda América del Sur enfrenta la peor crisis hídrica de los últimos 84 años. La sequía afecta ya al estado de São Paulo y al resto de la región Sureste, que abarca los estados de Río de Janeiro y Minas Gerais. La principal reserva de agua de São Paulo, el Sistema de la Cantareira, que abastece a 66 municipios además de a la megalópolis de 12 millones de habitantes, está al 5% de su capacidad. Buena parte de los paulistanos ya sufren racionamiento de agua, que podría empeorar: la Compañía de Saneamiento Básico (Sabesp), la empresa público-privada encargada del suministro de agua, ha anunciado que, si no llegan lluvias abundantes, podría comenzar un drástico corte al consumo que dejaría los hogares sin agua cinco días por semana.

Pero, ¿cómo una ciudad del dinamismo y la riqueza de São Paulo, centro financiero e industrial de Brasil, ha podido llegar a esta situación? Lo cierto es que, aunque la prensa ha comenzado a hablar del tema hace apenas unas semanas, el problema viene de lejos. La escasez del agua en la región es un hecho desde febrero de 2014 y los expertos afirman que el riesgo de desabastecimiento podía preveerse desde hace años. Sin embargo, la Sabesp no acometió las oportunas inversiones en infraestructuras y, cuando las lluvias faltaron en año pasado, las reservas comenzaron a caer. Ahora, en plena temporada de pecipitaciones, las tormentas tropicales llegan e incluso provocan inundaciones, pero no caen sobre la represa de la Cantareira. Responsables de Sabesp han llegado a recomendar a los paulistanos que le recen a São Pedro, el santo del agua, que llueva sobre la Cantareira.

El Gobierno del Estado de São Paulo, en manos de Geraldo Alckmin, del PSDB (Partido de la Socialdemocracia brasileña, de orientación conservadora y principal oposición al Partido de los Trabajadores de Dilma Rousseff), ha negado la crisis hasta comienzos de este 2015. Pese a los desmentidos del Gobierno, los vecinos de los barrios más pobres llevan meses denunciando cortes de agua que han durado semanas; otros han visto cómo el agua del grifo sale contaminada y sucia. La situación es más grave en localidades del interior, como Itú. La baja presión y el racionamiento se ha extendido por los barrios de clase media de la capital, al tiempo que empeoraba la calidad del agua. De ahí que una fracción cada vez mayor de la población compre agua embotellada, o la ...