¿Qué sabe Víktor Bout? FP charla con el analista y escritor Douglas Farah sobre el arresto por sorpresa del traficante de armas más famoso del mundo, sus lazos con todo tipo de organizaciones, desde narcoterroristas colombianos hasta el Gobierno de Estados Unidos, y cómo podría volver a escabullirse otra vez de la justicia.

 

FOREIGN POLICY: ¿Hasta qué punto llegan los lazos de Víktor Bout, el traficante de armas ruso recientemente detenido en Tailandia, con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), cuyo comandante, Raúl Reyes, acaba de ser asesinado por el Ejército colombiano?

Si quiere saber más sobre Víktor Bout, lea el artículo publicado por FP Edición Española diciembre/enero de 2007: ‘El mercader de la muerte‘.

Douglas Farah: [Mi colaborador Stephen Braun y yo] hemos podido saber que Bout les pasó armas entre 1998 y 1999, en una época en que suministraba armamento al Gobierno peruano. Hasta donde hemos podido averiguar, no estuvo en contacto directo con las FARC. Eran los traficantes de droga peruanos quienes le pedían que les pasase armas de camino a Perú. Esta es la única información concreta que tenemos sobre su relación con la guerrilla colombiana. Se trató de unos 10.000 AK-47, que en aquel momento resultaron cruciales para las FARC, ya que estaban siendo arrolladas militarmente y esas armas incrementaron su potencia de fuego.

FP: Así que, ¿los documentos que se han encontrado en el campamento de las FARC no contenían pruebas de ninguna conexión entre Bout y la guerrilla?

DF: No. La operación de la DEA [Agencia Anti Droga de EE UU contra Bout] fue una operación encubierta. Se hicieron pasar por miembros de las FARC, pero la auténtica guerrilla no tuvo nada que ver. En la DEA, me contaron que ni siquiera habían visto los documentos en el momento de la detención. Hasta donde yo sé, en ellos no aparece ninguna referencia [a Bout]. Y, si uno ve la orden de arresto que cursaron, resulta claro que la operación encubierta venía preparándose desde meses antes de la muerte de Raúl Reyes.

FP: ¿Qué sabe Víktor Bout? Ahora que ha sido capturado, ¿qué tipo de información cree que podría proporcionar a Estados Unidos?

DF: Bueno, es inmensa. Podría dar mucha información sobre la estructura de los servicios de inteligencia o la industria armamentística rusos. Probablemente, también podría proporcionar muchos datos sobre un montón de organizaciones diversas a las que armó, y que siguen activas, desde Hezbolá hasta la Unión de Tribunales Islámicos de Somalia, si decidiese hablar. Pero no creo que lo haga. Está comprometido incondicionalmente con Rusia y sería muy difícil lograrlo. [Si empezase a hablar] pondría en apuros a mucha gente, principalmente a los rusos. Sin duda se marcharía a EE UU o a Reino Unido.

FP: Usted ha afirmado que Estados Unidos ha usado a Bout para transportar cargamentos a lugares como Irak o Afganistán. ¿Eso ha dejado de ocurrir?

DF: La última vez que pudimos encontrar pruebas de vuelos de Bout a Irak fue en enero de 2007. Así que, hasta donde yo sé, aquello se acabó. No hay pruebas sólidas de que EE UU lo protegiese. Pero una de las razones por las que [la DEA] montó toda esta operación específica para atraparlo es, precisamente, para poder sostener en el juicio que cualquier antigua conexión con Bout no tiene ninguna relación con los cargos que ahora se le imputan. No existen atenuantes para lo que estaba haciendo aquí. Mientras que, si hubiesen intentado pillarlo por acusaciones ya existentes o que tengan que ver con el tráfico de armas en la época en que iba a Irak, eso le habría ofrecido una estrategia mucho más clara para defenderse.

FP: ¿Qué estrategia cree que utilizará Bout? Usted ha sugerido que no le interesará hacer ningún pacto con Estados Unidos, así que, ¿cómo cree que afrontará su detención? Y ¿cómo y dónde podrían juzgarlo?

DF: Creo que va a intentar por todos los medios salir mientras está en Tailandia. Si pretende escapar, ese es el lugar desde donde hacerlo. Si terminase en Estados Unidos, estoy seguro de que jugaría la carta –evidentemente, es sólo mi opinión– de lo que los estadounidenses le han dado y cuánto dinero ha recibido de ellos. Pero seguro que no está demasiado preocupado, porque no creo que piense que va a acabar en EE UU. Entre sus amigos rusos, su dinero y sus otros contactos, logrará salir de este atolladero de algún modo.

[Si no,] podría ser juzgado en Estados Unidos, donde le podrían caer hasta 15 años por intento de colaboración con organización terrorista. De eso se le acusa: de negociar, con pleno conocimiento de causa, con personas que se identificaron de modo reiterado como miembros de las FARC, y que en repetidas ocasiones le solicitaron armas en nombre de dicha organización. La pregunta es, ¿Tailandia se lo va a quedar y va a intentar juzgarlo primero por diversas violaciones de las leyes de inmigración y comercio de armas antes de extraditarlo, o no? Parece que si lo condenasen en el país asiático podrían caerle 10 años. Pero, por lo que yo he hablado con la DEA, sé que los estadounidenses están convencidos de que lograrán su extradición en un futuro no muy lejano. 

FP: ¿Cree que esta detención supondrá el fin de las actividades de Bout?

DF: Dañará de manera considerable su organización. Tendrá consecuencias a corto –y quizá a medio– plazo sobre quienes pretendan adquirir grandes cantidades de armamento sofisticado. Al final podrán comprarlo en otra parte, pero les costará más y tendrán que operar a través de una red menos eficaz. Mucha gente invadirá su terreno y competirá por quedarse su cuota de mercado, entre ellos su hermano, Serguei, que intentará mantener en pie lo que queda de la organización. Pero pasará mucho tiempo hasta que alguien consiga alcanzar el grado de eficacia y la capacidad de llegar a cualquier lugar del mundo que tenía Bout.

FP: ¿Qué le preguntaría a Víktor Bout si pudiese hablar con él?

DF: [Risas] ¿Qué le preguntaría a Víktor Bout…? Supongo que lo que más me interesaría, ya que no sabemos nada al respecto, es cuando en 2003 escapó por los pelos de un intento de captura en Atenas, creo que era la “Operación Bloodstone”. Le preguntaría qué sucedió allí y qué es lo que le motiva: cómo demonios ha llegado a dónde está, a hacer lo que hizo. Pero, ¿respondería con sinceridad? Esa es la cuestión… [risas].

 






Douglas Farah es asesor de investigación de la Fundación NEFA y coautor de Merchant of Death: Money, Guns, Planes, and the Man Who Makes War Possible (Wiley, Nueva York, 2007), un retrato de Víktor Bout.