De El Cairo a Nairobi, una docena de ciudades tecnológicas se abren paso en el continente con una propuesta que busca atraer inversores al mundo de las TIC.

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Nairobi (Kenia). SIMON MAINA/AFP/Getty Images.

Artículo: África, el mesías tecnológico.

Si la escritora Isak Dinesen hubiera tenido en este siglo una granja en África, a los pies de las colinas de Ngong, no hubiera plantado café sino tecnología. El continente vive un tiempo nuevo. La imagen agraria y minera se empieza a diluir y emergen otras miradas. “Hay un auge tecnológico en África impulsado, principalmente, por la fuerte irrupción de la telefonía móvil. Algunos países, por ejemplo Kenia, ya se están colocando como centros tecnológicos que atraen talento e inversión extranjera, y la tendencia se extiende a otras zonas del continente”, reflexiona Antonio Hernández, socio responsable de Internacionalización e Inversiones Exteriores de la consultora KPMG en España. Un dato. En 2012 había cerca de 650 millones de suscripciones a la telefonía móvil, más que en Estados Unidos o Europa, lo que convierte a África en la región que crece a mayor velocidad del mundo en esta tecnología. Es más, el Banco Mundial y el Banco Africano de Desarrollo nos cuentan que las TIC ya aportan el 7% de la riqueza total del continente.

Y esta bonanza se reparte, como un bálsamo extendido por un dios diligente, por África, pero no de una manera uniforme. Algunas ciudades actúan como imanes. Verdaderos polos de atracción de lo tecnológico. Algo que contribuye a trazar una nueva geografía de la prosperidad en el continente. Por lo tanto, emprendamos viaje. Estas son las nuevas urbes tecnológicas que están cambiando los paisajes de África.

1. Nairobi (Kenia) quiere ser Silicon Savannah. Hace unos dos años, y gracias a la financiación de Hivos y Omidyar Network, se puso en marcha el primer hub tecnológico de Kenia: iHub. “Comenzó su andadura”, explica Tomás Guerrero, asistente de investigación de ESADEgeo, “ofreciendo conexión gratuita a Internet y algunos talleres sobre emprendimiento. Desde entonces no ha parado de crecer. Cuenta con más de 10.000 miembros, 150 empresas incubadas y el respaldo de Intel, Google o Samsung”. Buena parte del éxito reside en la mezcla de la colaboración público-privada. De ella han surgido proyectos innovadores, como la incubadora de start ups NaiLab y el centro de investigación y emprendimiento @ilabAfrica (inaugurado en 2011).

Y al fondo, mientras se narra esta historia, se vislumbra el gran proyecto tecnológico de África, la construcción de la ciudad tecnológica llamada a ser, incide Tomas Guerrero, “el Silicon Valley de África: Silicon Savannah”. Incluso hay algunos detalles a los que conviene prestar atención, y es que, como apunta Sebastian Kahlfeld, gestor del fondo DWS Invest Africa, “Nairobi es, sin ninguna duda, el Silicon Valley de la banca móvil”.

Esta ciudad que verá la luz, en principio, durante 2030 se levantará dentro de una extensión de 2.000 hectáreas en la ciudad de Konza (un asentamiento a 160 kilómetros de Nairobi) y dispondrá de una financiación de 14.500 millones de dólares (unos 11.000 millones de euros), de los que solo un 5% serán aportados por el Gobierno de Mwai Kibaki. Se calcula que creará 200.000 empleos. “Con esta ambiciosa iniciativa, las autoridades kenianas esperan convertir al país en un referente en la fabricación y distribución de componentes tecnológicos dentro del continente africano”, detalla Guerrero.

2. Accra (Ghana) deposita su esperanza en la tecnología. Su nombre es una declaración de principios: Hope City (Ciudad de la Esperanza). Es un espacio tecnológico de 1,5 millones de metros cuadrados que absorberá una inversión de 10.000 millones de dólares (un 30% de los cuales serán financiados por Rlg Communications, una firma de telecomunicaciones de Ghana). Además cuenta con la colaboración de Microsoft. El objetivo que persigue el país es fácil de entender: reducir su dependencia de las materias primas e impulsar el tránsito hacia la economía de la innovación, para ello, una vez más, cuanta más con lo privado que con lo público.

3. Johannesburgo (Sudáfrica) se conecta al móvil. Es una de las últimas ciudades (febrero de 2013) en entrar en escena. Su gran desafío se llama JoziHub. Una propuesta tecnológica con las ideas claras sobre todo en una urbe, Johannesburgo, que tiene más tarjetas SIM (las que se utilizan en los dispositivos móviles) que personas. “Es una incubadora que está dirigida a desarrollar aplicaciones destinadas a los teléfonos móviles”, apunta Javier Capapé, experto en emprendimiento y profesor en ESADE. Detrás de este proyecto se encuentra (al igual que en Nairobi) la firma Omidyar Network, creada por el ingeniero Pierre Omidyar, el fundador del célebre portal eBay.

4. Lagos (Nigeria) busca a Google. Cocreation Hub (CcHub) es la principal baza tecnológica con la que Lagos diseña su ciudad tecnológica. Está respaldada por la SchmidtFamily Foundation, capitaneada por Eric Schmidt, quien fuera máximo responsable de Google. “La ciudad trata de crear un polo de atracción alrededor de CcHub que facilite la llegada de business angels, start ups y desarrolladores de aplicaciones al igual que están haciendo en Palo Alto (California), Londres o Moscú”, relata Javier Capapé. Y recalca: “Es una estrategia que les puede dar excelentes resultados”.

5. El Cairo (Egipto) y la urbe inteligente. En tierra de faraones y sobre una superficie de más de tres millones de metros cuadrados, se extiende, al oeste de El Cairo y desde 2003, Smart Village, la primera ciudad tecnológica del país. Esta urbe inteligente adopta la forma de un clúster para las firmas de tecnologías de la información y a la vez adquiere las funciones de parque empresarial, con el fin de atraer compañías nacionales pero, sobre todo, grandes corporaciones extranjeras. Se financia, como en casi todas estas nuevas ciudades africanas, alternando la visión pública (20%) y la privada (80%).

6. Port Louis (Mauricio), un hub entre dos continentes. Situado en el océano Índico, en el cruce de caminos entre África y Asia, la República de Mauricio ha construido una fuerte reputación por su calidad de vida y sus altos niveles de competitividad, y a día de hoy es una de las economías más fuertes de África. En 2001 comenzó la construcción de Ebène Cyber City, que se ha establecido como uno de los principales hub de tecnologías de la información del continente. Además quiere ser un clúster de atracción de empresas tecnológicas para lo cual ofrece subvenciones y ventajas fiscales a las empresas que se asienten.

 

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