El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, tras una rueda de prensa en el Consejo de la UE, Bruselas, junio de 2014. Alain Jocard/AFP/Getty Images

El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, tras una rueda de prensa en el Consejo de la UE, Bruselas, junio de 2014. Alain Jocard/AFP/Getty Images

La respuesta es sí y no al mismo tiempo. He aquí un análisis de los discursos, y sus respectivas transformaciones, de los principales líderes políticos en Ucrania.

“Proeuropeos”. Ese es el adjetivo que la práctica totalidad de la prensa internacional, incluida (en parte) la rusa, no ha tenido titubeos en ponerle a las elites políticas que han surgido, o mejor resurgido, en el poder en Kiev tras la revuelta de Maidán.

Primera observación, los líderes políticos que hoy se encuentran al mando del Gobierno ucraniano capitalizaron los anhelos y deseos de aquella revuelta, que reivindicaba el fin del sistema de corrupción, desigualdad social y autoritarismo que azota Ucrania. Y segunda observación, que el detonante de Maidán fuera la decisión del entonces presidente Víktor Yanukóvich -quien, según las últimas noticias, sigue fugado en Rusia- de no firmar el acuerdo de Asociación con la Unión Europea, ha bastado para que la etiqueta se transformara en una sencilla (y simplificadora) asociación de ideas: Occidente versus Rusia. Esto también gracias al presidente ruso, Vladímir Putin, quien se empeñó en oponerse al acercamiento de Ucrania a la Unión, a raíz de su (ahora estancado) proyecto de la Unión Euroasiática.

No obstante, ¿son realmente proeuropeos los líderes de la oposición a Yanukóvich que tomaron el poder tras la huida de éste?, ¿son proeuropeos el presidente y el primer ministro de Ucrania, Petro Poroshenko y Arseni Yatseniuk? Y, ¿Samopomich (Auto Ayuda), el partido ucraniano que sorprendentemente llegó tercero en las últimas elecciones? Según la mayoría de los analistas, la respuesta es sí y no.

Para Mustafa Naiem, periodista especializado en temas de corrupción, ya perseguido por el régimen de Yanukóvich, ni a Poroshenko ni Yatseniuk les encaja completamente el traje del proeuropeo convencido, sino que en la Unión Europea han visto una oportunidad para afianzar su poder y levantar Ucrania, más aún después de que Europa apoyara activamente Maidán. “En el pasado, las posiciones (sobre Europa) de ambos no ha sido precisamente claras”, explica Naiem.

No sólo él opina así. Sobre Poroshenko, escribe Maryla Krol en EU Observer que ha sido “una presencia cuasi permanente en la política ucraniana, que ha apoyado cautelosamente a todos los principales líderes del momento”. En síntesis, ha sido “de izquierda, de centro, de derecha y, según el momento, proeuropeo o prorruso”, continúa Krol, quien basa sus afirmaciones basándose en el propio currículum del actual presidente ucraniano.

Y es que el multimillonario Poroshenko ha sido, en orden: elegido en el Parlamento por primera vez en 1998 por un candidato apoyado por el Kremlin, Leonid Kuchma; uno de los fundadores, junto con Yanukóvich, del hoy despechado Partido de las Regiones; jefe de campaña electoral de Víktor Yúshchenko, rival de Yanukóvich y Kuchma; jefe los Presupuestos en el Parlamento ucraniano, durante el mandato de Yúshchenko; Secretario de Consejo Nacional de Seguridad y Defensa en 2004, durante el segundo mandato de Yúshchenko ...