Al hablar de muertes en el Ejército se piensa en bajas causadas por conflictos bélicos o misiones especiales en cruentas guerras. Pero hay otros motivos que provocan un gran número de soldados fallecidos, como el suicidio, que alcanza cifras alarmantes en determinados países. Es el caso de Rusia, donde servir a la patria puede suponer un alto coste. En enero, el Ministerio de Defensa hizo públicos los datos de caídos en sus filas durante 2007, que ascendían a 442 soldados. De ellos, 23 fueron “homicidios accidentales”, 15 a causa de novatadas, 13 por el uso indebido de armas y, otro dato preocupante, 224 suicidios. Hay que señalar que la Federación Rusa es el segundo país del mundo con un mayor índice de población que se quita la vida –cerca de 50.000 personas al año–, sólo después de Lituania, según estadísticas de la OMS.

La tensión a la que se enfrentan los soldados en guerra, muchos de ellos muy jóvenes y obligados a participar en lejanos y largos conflictos, y los desajustes personales y psicológicos al regresar a casa son algunos de los motivos de estos altos índices de suicidio entre las filas de los Ejércitos más poderosos del mundo.

Filas menguantes: cientos de militares se suicidan cada año en todo el mundo.

Por ejemplo, en los últimos siete años, 577 soldados estadounidenses pusieron fin a su vida (de los que 89 lo hicieron en 2006 y 121 en 2007). Los conflictos de Afganistán e Irak han tenido duras consecuencias psicológicas entre los veteranos y las cifras recuerdan al enorme índice de reclutas que se quitaron la vida después de Vietnam.

Entre las filas británicas también han saltado las alarmas. Según la Agencia de Servicios Analíticos de Defensa (DASA en sus siglas en inglés), 687 soldados cometieron suicidio entre 1984 y 2006. Desde que en 2001 comenzaron sus operaciones en ambos países hasta diciembre de 2006, el 10% de las bajas fueron por esta causa: un total de 17 soldados se suicidaron, de los que 15 lucharon en Irak, uno en Afganistán y el último en ambos conflictos. Pero 1982 sigue siendo el annus horribilis de la Armada inglesa. La guerra de las Malvinas concluyó con la escalofriante cifra de 300 suicidios, superior a la de caídos en combate: 258. Igual ocurrió en el Ejército israelí. En 2003, se convirtió en el principal motivo de las bajas: 43 soldados se quitaron la vida, mientras las muertes en operaciones militares se situaban en 30 ese mismo año. El Ministerio de Defensa español no ha facilitado datos precisos al respecto, ya que según fuentes de este ministerio, y desde que se suprimió la mili, se trata de “casos puntuales”.