Ministra del Interior | Reino Unido

 

Theresa May saltó a la escena pública en 2002, cuando su formación política, el Partido Conservador, estaba en el páramo político y el Gobierno laborista de Tony Blair se encontraba en el apogeo de su popularidad. Ese año, May, miembro del Parlamento desde 1997, habló en una conferencia del partido y advirtió a sus colegas que la opinión pública les consideraba el “partido antipático”. La expresión se convirtió en un grito de guerra para construir un nuevo tipo de tory, encarnado en May y su aliado ideológico, David Cameron, que combinaban las ideas económicas tradicionales de los conservadores con posturas moderadas sobre los derechos de los homosexuales y el medio ambiente. La fórmula funcionó. En 2010, Cameron llegó al 10 de Downing Street y nombró a May ministra del Interior y ministra de Mujeres e Igualdad. No es más que la cuarta mujer que ocupa uno de los cuatro grandes cargos de Gran Bretaña, que son, además del suyo, los de primer ministro y las carteras de Hacienda y Exteriores. May, de 55 años, ha tenido unos dos primeros años turbulentos, sobre todo con su reacción de tolerancia cero a los disturbios de agosto pasado en Londres. Su mayor reto llegará seguramente este verano: dirigir la enorme tarea de seguridad que supondrán los Juegos Olímpicos de 2012.