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Cultivo de maiz transgénico en el sur de Francia, mayo de 2014. Pascal Pavani/AFP/Getty Images.

Los Estados miembros de la UE tendrán potestad para aceptar o prohibir el cultivo de transgénicos dentro de sus fronteras. ¿Cuáles serán las consecuencias?

El pasado 13 de enero el Parlamento Europeo aprobó en Estrasburgo por amplia mayoría una norma que tuvo escasa repercusión, pero que está llamada a cambiar el panorama completo de los cultivos transgénicos en Europa. La Cámara dio luz verde a que a partir de la próxima primavera sean los Estados miembros individualmente y no la UE quien tengan la potestad de aprobar o prohibir el cultivo de transgénicos en sus territorios. En toda Europa, debido al amplio rechazo social de estos cultivos, los transgénicos están prácticamente vetados, puesto que sólo se planta un cultivo de este tipo, un maíz de Monsanto que fue aprobado hace dos décadas en 1998. Todo puede cambiar a partir de ahora.

La amplia aprobación de esta nueva norma en el Parlamento Europeo (480 votos a favor frente 159 en contra y 58 abstenciones) se produjo después de cinco años de negociaciones entre Estados y la UE para desatascar el mecanismo de aprobación europeo, que en la práctica mantenía un bloqueo a los transgénicos desde hace 17 años. Una vez entre en vigor la nueva directiva, en las próximas semanas, cada uno de los 28 Estados miembros podrá decidir por sí mismo, lo cual se antoja una oportunidad de las multinacionales de biotecnología alimentaria (sobre todo, la líder mundial Monsanto) para hacer penetrar poco a poco sus cultivos en el continente. Divide y vencerás.

Uno de los grupos políticos que rechazó rotundamente la votación en la Eurocámara fue Los Verdes. El eurodiputado francés José Bové alertó ese día de que “a corto plazo, este cambio permitirá a multinacionales como Monsanto retar prohibiciones nacionales en la Organización Mundial del Comercio o, si el TTIP se aprueba finalmente, en tribunales internacionales de arbitraje”.

El veto sobre todo francés, austríaco y alemán en Europa mantenía un bloqueo a estos cultivos en toda Europa, sin embargo, Los Verdes y ONG ecologistas europeas temen que a partir de ahora las multinacionales del sector puedan ir introduciendo sus cultivos al tener que tratar ahora a los Estados directamente en vez la UE en su conjunto. De este modo, quedan abiertas muchas más ventanas para entrar en el campo europeo.

Además de Francia y Alemania, Luxemburgo, Bulgaria, Grecia, Hungría, Polonia e Italia han adoptado hasta ahora medidas de salvaguardia prohibiendo el cultivo en sus territorios. Pero frente a éstos, gobiernos como Reino Unido y Holanda siempre han anunciado que les gustaría ver más variedades de estos cultivos en sus suelos, mientras que otros países agrícolamente muy destacados como España, podrían ser proclives a la entrada de transgénicos en sus suelos. Desde luego, la industria estaría muy interesada por la amplia superficie cultivable española.

Hasta ahora el proceso de aprobación de un cultivo transgénico tenía que pasar por la Autoridad Europea de Seguridad de ...