Un palestino camina al lado de una tienda de souvenir donde hay camisetas con las caras de Donald Trump y Barack Obama, Jerusalén. Ahmad Gharabli/AFP/Getty Images
Un palestino camina al lado de una tienda de souvenirs donde hay camisetas con las caras de Donald Trump y Barack Obama, Jerusalén. Ahmad Gharabli/AFP/Getty Images

¿Cómo abordará el Presidente electo la política estadounidense hacia la zona más convulsa del mundo? He aquí un repaso a las incertidumbres, expectativas y análisis de cómo la victoria de Trump puede afectar de manera específica a algunos de los países de la región.

El periodista Jonathan Alter alegó que todos los nuevos presidentes son como citas a ciegas. Si hay una palabra que defina hoy por hoy los análisis sobre cómo será la política exterior de la Administración capitaneada por Donald Trump en Oriente Medio, esta es “incertidumbre”. Algo que parece claro entre tanta declaración vaga y discordante, además de sensacionalista y compromiso desinformado: uno de los objetivos de Trump será alcanzar un reajuste del orden existente en la región, con un país menos centrado en la protección de los derechos humanos y el ensalzamiento de la democracia (de vuelta a la realpolitik), reacio a cualquier trato con Irán y alineado con Rusia, y al mismo tiempo permisivo con Israel, Egipto y Turquía.

 

¿El fin de la ‘doctrina Obama’?

Como contraste a los prospectos pesimistas que a todos se nos vinieron automáticamente a la cabeza, cabe en este caso también la posibilidad de que no seamos testigos de cambios radicales en la política de Estados Unidos hacia el vecindario. En primer lugar porque alguno de los principios de Trump no están tan alejados de lo que el propio Obama deseaba: que los Estados se hicieran responsables de sus acciones y que EE UU no se viera obligada a intervenir cada vez que estallara una crisis. Pero sobre todo gracias a los tradicionales controles y equilibrios institucionales que limitan el papel del Comandante en Jefe en el país y en el extranjero. Tal y como hemos podido comprobar con el supuesto de Siria, no son pocas las ocasiones en que distintos departamentos se enfrentan unos contra otros, y es muy probable que sigan haciéndolo.

Tropas iraquíes ven por televisión la victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses. Ahmad al Rubaye/AFP/Getty Images
Tropas iraquíes ven por televisión la victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses. Ahmad al Rubaye/AFP/Getty Images

Los asuntos exteriores fue uno de los dosieres con los que más problemas se topó el presidente Obama a la hora de cambiar el rumbo de las políticas existentes, mientras que con Hilary Clinton muchos en Washington esperaban volver al denominado business as usual. En este sentido, uno de los principales objetivos de líderes y estudiosos consistirá durante los próximos meses en determinar si las relaciones exteriores estarán a cargo de un equipo cercano al propio Presidente electo, enemigo jurado del establishment tradicional también en lo que a este ámbito se refiere, o de lo contrario se verán obligados a interactuar con las instituciones habituales, muy particularmente el Departamento de Estado y los correspondientes Comités en el Senado y Congreso, ahora dominados por los republicanos.

Sin embargo, lo más probable es que la política exterior estadounidense experimente transformaciones varias. Trump ...