Esta semana se cumple un año desde que cientos de miles de rohingyas comenzaron a cruzar la frontera desde Myanmar al vecino Bangladesh escapando de los ataques a los que estaban siendo sometidos. Muchos de los refugiados han hablado de la violencia extrema a manos del Ejército y sus aliados civiles. Su éxodo ha desencadenado una de las crisis humanitarias más graves del momento. En este tiempo, 706.000 rohingyas han huido de Myanmar.