Una economía estancada. La influencia de EE UU en declive. En el exterior, los dictadores marcan el paso. Y un Congreso estadounidense más republicano está en camino. Barack Obama se encuentra en un grave apuro. Pero nunca es demasiado tarde. FP tiene un plan: en realidad 14, para que el presidente estadounidense pueda recuperar su mojo.

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Hace casi dos años, Obama asumió la presidencia prometiendo derrotar al terrorismo, retirarse “de forma responsable de Irak”, pacificar Afganistán, forjar “una mayor cooperación y entendimiento entre las naciones”, buscar un mundo sin armas nucleares y “amortiguar la pesadilla del calentamiento global”. Y esto es sólo uno de los párrafos de su discurso inaugural.

“Ahora, hay algunos que ponen en cuestión la magnitud de nuestras ambiciones y que sugieren que nuestro sistema no puede soportar tantos grandes planes”, declaró el nuevo presidente. “Su memoria es corta”, añadió. Si el optimismo de Obama no se atemperó de forma inmediata debido a la funesta herencia de su predecesor (dos guerras inconclusas, una economía en caída libre y unos déficit hinchados), pronto se hizo patente que su visión podría estar fuera de su alcance.

Veintidós meses después, Obama se ha apuntado unos cuantos logros significativos y sigue siendo popular en todo el mundo. Pero se enfrenta a un creciente descontento en casa y a un Congreso mucho menos colaborador después de las elecciones de mitad de mandato, mientras los economistas amenazan con que pueda producirse una doble recesión, es decir, una recaída antes de la recuperación definitiva. Los progresos han sido escasos en materias que van desde el cambio climático a la paz en Oriente Medio, pasando por las armas nucleares iraníes, y es difícil encontrar un autócrata que haya abierto un poco la mano.

En resumen, ya es hora de buscar un enfoque fresco. En palabras de un ex presidente que sabe un par de cosas sobre traspiés: “Si vives lo suficiente, cometerás errores”, escribió Bill Clinton. “Se trata de cómo gestiones las adversidades y no de cómo te afectan. Lo importante es no abandonar nunca, no abandonar nunca, no abandonar nunca”, dijo. Así que siga leyendo el Plan B para la presidencia estadounidense, de FP: 14 cosas que Obama debería hacer ahora para no tirar a la basura los próximos dos años. Desde una idea políticamente sólida para aumentar los impuestos -no es broma- a un serio antídoto contra la adicción al petróleo y a nuevas y poco ortodoxas formas de hablar con los musulmanes de todo el mundo, así es cómo puede volver al buen camino.