¿Es buena la crisis para la salud? José A. Tapia Granados y Ana Díez Roux, de la Universidad de Michigan (EE UU), han analizado la relación entre la esperanza de vida y el crecimiento económico durante la Gran Depresión en EE UU, en la recesión económica de posguerra en Japón y en las europeas más recientes. Con independencia del género, la raza y la nacionalidad, sus investigaciones dan el mismo resultado: las crisis prolongan la vida. Para los empleados, los beneficios para la salud se deben a que se trabaja menos. Con menos horas y un ritmo más lento, el estrés disminuye; la gente reduce el consumo de tabaco y alcohol y pasa más tiempo con la familia y los amigos, y merman los accidentes laborales. El descenso de la producción también significa menor contaminación, lo que protege el corazón y los pulmones. En realidad, la mejora de la salud de los trabajadores durante los estancamientos es tan grande que compensa la peor calidad de vida de los parados.