
¿Cómo podría refundar la UE la relación euromediterránea? He aquí algunas ideas.
El año 2021 ha estado repleto de aniversarios. Por un lado, el del Proceso de Barcelona, que hace 25 años fue el punto de inicio de tres instrumentos lanzados por la Unión Europea para la región: la Asociación Euromediterránea, la Política de Vecindad y la Unión por el Mediterráneo, acompañando así las políticas exteriores de los Estados miembro. También se ha producido una década desde el inicio de las llamadas Primaveras Árabes que transformaron el Mediterráneo, primero con los deseos de cambio político y económico de los pueblos árabes y después con la durísima represión de ese anhelo, con guerras y caos. La UE intentó adaptar su política exterior a la región, más cercana en el discurso a las demandas de la población, pero más centrada en la práctica en la seguridad, la estabilidad y los intercambios comerciales desiguales y extractivos.
Por este motivo, hemos organizado una serie de seminarios enfocados a pensar “Una nueva agenda para el Mediterráneo”. Lo hicimos en común, poniendo en conversación a personalidades de la academia, de la sociedad civil, miembros del Parlamento Europeo y representantes de partidos políticos y sindicatos. Especialistas que han aportado su análisis sobre lo que ocurre en la Vecindad Sur de la Unión Europea, y con los que hemos podido discutir sobre las claves para trazar una hoja de ruta para las dos orillas del Mediterráneo.
También organizamos este ciclo pensando en el presente: en la nueva agenda para la Vecindad Sur presentada en febrero de 2021 por el Alto Representante de Política Exterior y Seguridad de la UE, Josep Borrell, y cuyas conclusiones fueron aprobadas por el Consejo en abril. Pese a algunas novedades positivas –como la recuperación verde, digital, resiliente y justa–, la nueva agenda repite varios errores del pasado. Para empezar, insiste en una visión economicista centrada en las inversiones del norte hacia el sur que parece estar alejada de una realidad en la que la resiliencia difícilmente puede ser la respuesta a los retrocesos de las dos últimas décadas. La ‘nueva agenda’ mantiene su apuesta por una relación económica desigual, más securitización, la consolidación de la Europa fortaleza (con el Pacto de Migración y Asilo presentado en 2020) y por una ‘estabilidad’ para negociar que parece imposible teniendo en cuenta estos 25 años de relación y la fragilidad actual de los países del Sur.
El balance es aún más crítico si analizamos las políticas exteriores de los Estados miembro, especialmente de aquellos con mayor peso: en lugar de reforzar una acción comunitaria coordinada, han optado por desplegar acciones basadas en sus intereses económicos y securitarios.
El objetivo de estos seminarios ha sido, precisamente, escuchar al mayor número de actores posible para hacer ...
Artículo
para suscriptores
Para disfrutar de todos nuestros contenidos suscríbete hoy:
Plan mensual
3,70€/mes
- Asiste a eventos en exclusiva
- Recibe la Newsletter mensual ‘Cambio de foco’ con contenidos de actualidad
- Participa activamente en la elección de los contenidos de esglobal
- Accede a todos los contenidos semanales
- Accede al archivo de artículos desde 2007
- Descarga todos los artículos en PDF
Plan anual
37€/mes
- Asiste a eventos en exclusiva
- Recibe la Newsletter mensual ‘Cambio de foco’ con contenidos de actualidad
- Participa activamente en la elección de los contenidos de esglobal
- Accede a todos los contenidos semanales
- Accede al archivo de artículos desde 2007
- Descarga todos los artículos en PDF