¿Qué puede hacer España durante sus seis meses de presidencia europea? Ideas no faltan. Sin duda es una buena ocasión para liderar el cambio del modelo exterior de la UE, basándose en el concepto de construcción descentralizada de la paz. He aquí algunas propuestas para abordar esta tarea.

 

Una de las prioridades de la presidencia española de la UE será reforzar el papel de la Unión como actor global para la paz. Desde hace años se habla sobre cómo mejorar su posición en el plano internacional, pero todavía no se ha encontrado la fórmula. Aunque situar de nuevo este debate en primera línea, justo cuando la UE está más debilitada que nunca, puede parecer temerario, en realidad, se trata de una audacia necesaria.

En su empeño por convertir a la UE en un actor internacional relevante para la paz, la presidencia española debe apoyarse en la sociedad civil, cuya apertura es necesaria desde el punto de vista de la legitimidad democrática y de la construcción de la paz. España tiene la oportunidad de liderar una transformación del modelo exterior europeo, asumiendo un concepto nuevo: la construcción descentralizada de la paz. Este paradigma parte de que la búsqueda de la paz no es ya un terreno reservado sólo a los Estados, sino que reconoce también el papel trascendental que desempeñan otras organizaciones en este ámbito. Estas son algunas de las propuestas que España tendría que impulsar:



    • Creación y puesta en marcha del servicio exterior europeo. No debe ser un clon de las diplomacias nacionales, sino un cuerpo con un valor añadido. El modelo se desarrollaría en coordinación con las organizaciones de la sociedad civil que desarrollan acciones de diplomacia paralela o privada. La idea es muy sencilla, igual que no se concibe hoy la cooperación para el desarrollo sin las ONG, tampoco se tendría que plantear la diplomacia sin la participación de actores no estatales.

    • Diplomáticos europeos formados en técnicas de mediación y diálogo. Este conocimiento puede ser uno de los rasgos distintivos de la nueva diplomacia. Desde la UE deberían coordinarse y organizarse los procesos de formación, con la participación de instituciones europeas públicas y privadas que cuenten con experiencia en este campo. Por otro lado, la UE puede impulsar este tipo de formación para actores procedentes de terceros Estados. De esta manera, creará nuevas oportunidades de mediación para los diplomáticos europeos oficiales y no oficiales. Y no es exagerado dar tanta importancia a este ámbito, ya que en un reciente informe el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, ha reconocido que la mediación es el mecanismo de solución pacífica de controversias más prometedor.

    • Un instituto de la UE para la paz. El premio Nobel de la Paz, Martti Ahtisaari, ha propuesto recientemente ante el Parlamento europeo la creación de la idea de un instituto de la UE para la paz, una especie de entidad paralela al Instituto de la UE de Estudios de Seguridad. ¿Por qué no ...