
Un recorrido por el pensamiento y las ideas del ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, convertido en el economista de moda.
Basta con recorrer sus escritos, su vida pasada y presente, sus amistades de antes y después, escuchar sus entrevistas -hasta convertirse en el político de moda en Europa, era extremadamente amigable y cortés con la prensa-, repasar sus múltiples viajes por el mundo y sus estancias transoceánicas, para saber en qué se fundamenta el pensamiento económico de Yanis Varoufakis (Atenas, 1961), el flamante nuevo ministro de Finanzas griego.
Existen con seguridad otros economistas, seguramente incluso más ampulosos y radicales, para explicar mejor la creciente confusión en torno a las teorías económicas. Están los gurús internacionales, véase Joseph E. Stiglitz y compañía. Y quedan, naturalmente, también los contemporáneos teóricos marxistas, muchos de los cuales en épocas recientes gravitan en la esfera anglosajona, como, por citar uno, el británico David Harvey.
Pero ningún otro de ellos, sin duda alguna, ha pasado al estrellato planetario de la noche a la mañana, convirtiéndose, en medio del torbellino de una economía a punto de hundirse (la de Grecia), en uno de los economistas de referencia en Europa, repitiendo lo que él, como un puñado de los economistas keynesianos -en abierta lucha con los neoliberales-, venían repitiendo desde años. Que la austeridad arruinaría el empleo y, por tanto, la recuperación económica. Y que, por el contrario, la medicina era otra.
Impulsar el crecimiento. Invertir en lo público para crear puestos de trabajo. Mejorar las regulaciones del sistema bancario. Y más aún… Esto es, en substancia, no una idea nueva, si no lo que Varoufakis viene proponiendo desde hace años. Años en los que su ideario ha girado en torno de una idea principal: la de crear un New Deal para la Unión Europea, como antaño el plan de reformas propuesto por Franklin Delano Roosevelt en las elecciones presidenciales estadounidenses de 1932.
Un plan, éste, puesto en marcha en los años 30 en EE UU y cuyo principal núcleo era el intervencionismo estatal, a través de un gasto público, para fomentar la producción y empleo y una mejor distribución de la riqueza, que paliase la terrible Crisis de 1929 (la cual paradójicamente al principio fue atajada con un experimento de austeridad, llevado a cabo por el presidente estadounidense Herbert Hoover).
Así se entiende lo que decía Varoufakis, economista admirador de Karl Marx pero también de John Maynard Keynes -quien no en vano se describe como un marxista liberal- en una entrevista concedida a esta periodista en 2012: "En la actualidad, el problema (para la recuperación de la economía griega y europea) es que no se ha aplicado un nuevo pacto para el crecimiento, siguiendo, por ejemplo, el modelo aplicado en Estados Unidos tras la gran debacle financiera de los 30, el llamado New Deal". Y más aún, continuaba en la misma conversación, con ese tono cortés pero ...
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