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1. Warren Buffett and Bill Gates
por dar un paso adelante cuando fallan los Estados.
Presidente de Berkshire Hathaway| EE UU.
Copresidente de la Fundación Bill y Melinda Gates| EE UU.

Si usted fuera una de las 1.011 personas que poseen más de mil millones de dólares en el mundo, ¿qué haría con todo ese dinero? El famoso inversor Warren Buffett (con una fortuna valorada en 47.000 millones de dólares) y el fundador de Microsoft, Bill Gates (54.000 millones de dólares) tienen una idea: regalar por lo menos la mitad.

Los dos multimillonarios se han dedicado a recorrer el mundo -primero fueron a China y pronto viajarán a India, además de por todo EE UU- con la misión de crear un club mundial de grandes donantes que transformará la filantropía para que deje de ser un pasatiempo de ricos y se convierta en una vocación para cualquiera que sea rico. Desde 2006, cuando Buffett se comprometió a donar el 99% de sus activos a organizaciones benéficas -gran parte a la fundación de Gates, que dedica más de 2.000 millones de dólares anuales a programas de salud pública y desarrollo-, los dos se han convertido en una inesperada y formidable pareja de misioneros ricos, que predican un nuevo evangelio, increíblemente ambicioso, según el cual el dinero capitalista puede resolver los problemas globales. Quedó claro este año, cuando Gates se unió al proyecto de Buffett para convencer a las grandes fortunas del planeta, desde Silicon Valley hasta Shanghai, de que donaran la mitad de su dinero, una propuesta que, si obtuviera una respuesta positiva de todos los multimillonarios de Estados Unidos -y mucho más los de todo el mundo-, podría suponer 600.000 millones de dólares para causas necesitadas y dignas de ayuda. Hasta ahora, 40 multimillonarios han dicho que sí.

A medida que el mundo ha perdido la confianza en la capacidad de los países y de instituciones como Naciones Unidas para resolver los problemas mundiales, Gates ofrece una visión alternativa llena de atractivo: que el enorme empuje innovador de la comunidad empresarial puede ser útil a la hora de afrontar los grandes desafíos, desde la malaria hasta la escasez de alimentos y el analfabetismo. Y tiene dinero suficiente para demostrarlo. Durante un congreso reciente sobre el VIH/sida, Gates prometió donar más dinero que los Gobiernos de Noruega y Australia y casi tanto como toda la Comisión Europea. El dinero que su fundación ha proporcionado a la investigación sobre microbicidas -unos geles que podrían prevenir la transmisión del VIH- obtuvo su primer gran resultado el pasado mes de julio, cuando un gel candidato demostró tener un 39% de eficacia. La agenda de Gates -ya sea la revolución verde en África o la vacuna contra la malaria- es ya la agenda mundial, y Buffett y él no van a parar hasta que la vean hecha realidad.