El terrorismo yihadista se infiltra en Europa a través de algunos movimientos salafistas.
AFP/Getty Images
La primavera árabe y el llamamiento a la yihad en Siria, están haciendo que en Europa se estén reactivando determinados movimientos islamistas de carácter salafista que pretenden la imposición de la sharia (ley islámica), apelando a la libertad religiosa y de expresión. Aunque ellos mismos se la niegan a los musulmanes de la confesión chií, a cristianos y a judíos, además de mostrarse totalmente contrarios al sistema democrático europeo.
Uno de los grandes problemas a los que las autoridades europeas se enfrentan es la resiliencia de estos grupos radicales tras ser disueltos, ya que no tardan demasiado en volver a constituirse con otro nombre. Por ejemplo el grupo islamista MAC (Muslims Against Crusades, en inglés Musulmanes Contra Cruzados) prohibido en Gran Bretaña en noviembre de 2011, fue refundado en otros dos nuevos grupos llamados Millatu Ibrahim y el Movimiento Tawhid. Esta situación viene ocurriendo desde que uno de los grupos promotores del salafismo en el país británico (Islam4UK) fue prohibido tras muchos vaivenes con la justicia. Estas organizaciones, fundadas por el controvertido Anjem Choudary, fueron declaradas ilegales tras la aprobación de las leyes antiterroristas en enero del 2010. En su desaparecida página web, se describían como “una plataforma de sinceros musulmanes que pretenden propagar la ideología islámica suprema en Reino Unido, como una alternativa divina a la ley del hombre”. Su objetivo era “convencer a la opinión pública británica de la superioridad del islam, con el fin de transferir la autoridad y el poder de los musulmanes a fin de aplicar la sharia”. Este grupo anunció la creación de zonas independientes de obligado cumplimiento de los preceptos de la ley islámica en barrios de mayoría musulmana en Bradford, Dewsbury y el East End de Londres, hechos encaminados a un auténtico regreso a Londonistán.
El término Londonistán hace referencia a cómo la capital británica se convirtió en los 90 en un foco global del yihadismo por la actitud del Gobierno británico de no interferir en las actividades de grupos islamistas radicales mientras sus actividades violentas tuvieran lugar fuera de las fronteras del país. El Ejecutivo promovió y favoreció instituciones y grupos musulmanes sin molestarse en comprobar si lo que predicaban esos grupos era compatible con una sociedad moderna y democrática.
El atentado sucedido en el barrio londinense de Woolwich, volvió a poner de manifiesto que este Londonistán no está ni mucho menos erradicado. A falta de conocer más datos fidedignos que pudieran vincular a alguno de los dos terroristas responsables con organizaciones terroristas mayores, se demostró con un vídeo aparecido en diversos medios de comunicación la vinculación directa de uno de ellos, Michael Adebolajo, con el grupo islamista radical Al Muhajiroun.
Tras el llamamiento a la yihad en Siria, los reclutadores más radicales están buscando nuevos muyahidines por toda Europa, valiéndose entre otros de estos grupos salafistas. Si los seguidores de estos movimientos ya presentan cierta radicalización, ...
Artículo para suscriptores
Para disfrutar de todos nuestros contenidos suscríbete hoy:
Plan mensual 3,70€/mes
Asiste a eventos en exclusiva
Recibe la Newsletter mensual ‘Cambio de foco’ con contenidos de actualidad
Participa activamente en la elección de los contenidos de esglobal