3. Zahra Rahnavard
por ser el cerebro de la ‘revolución verde’ iraní y de la campaña de su marido, el líder opositor Mir Husein Musavi.
EXPERTA EN POLÍTICA Y REFORMISTA | Irán

 

De entre todos los momentos críticos de las elecciones presidenciales iraníes que este año atrajeron la atención mundial, hay uno que sobresale: El 3 de junio, Mahmud Ahmadineyad cuestionó públicamente las credenciales de la mujer de su oponente, preguntándose durante un debate televisado si su doctorado en ciencias políticas era legítimo. Rahnavard, de 64 años, dio una furiosa conferencia de prensa de 90 minutos, en la que acusó al presidente de mentir, degradar al sexo femenino y traicionar la Revolución Islámica. El ataque galvanizó a la oposición y rejuveneció la campaña de su marido, Mir Husein Musavi.

Ahmadineyad debería haber sabido mejor por dónde pisaba. Durante la Revolución Islámica, y en los años posteriores a ella, Rahnavard fue una ferviente islamista que luchó por desacreditar a los grupos feministas seculares. Pero años después, cuando la revolución no produjo beneficios para las mujeres, cambió de rumbo y se convirtió en una de las fuerzas motrices del incipiente movimiento feminista iraní. Tras ser incluida entre los miembros del Alto Consejo de la Revolución Cultural, este órgano emitió en 1992 su primera declaración ampliando los derechos de las mujeres. Fue destituida como rectora de la Universidad Al-Zahra de Teherán, sólo para mujeres, por invitar a la abogada feminista y premio Nobel Shirin Ebadi a dar una conferencia.

Este año, la ira de Rahnavard contra Ahmadineyad impulsó la campaña de su marido. Comenzó haciendo campaña con él y organizando a sus simpatizantes a través de reuniones, Facebook, Twitter y mensajes de texto. Los carteles de campaña que mostraban a la pareja cogida de la mano apuntaban sutilmente a las reformas liberales que Musavi haría en caso de resultar elegido. Anunció que tales reformas incluirían un avance en la democratización, un mayor papel de las mujeres en el Gobierno, y una suavización de las discriminatorias leyes de género iraníes.