Según parece, el Partido Republicano perderá las elecciones [presidenciales en EE UU]. Esto es consecuencia del fiasco de la ocupación de Irak. Pero no se confundan, si nos atenemos a la historia reciente, una retirada de Washington sería vista por el pueblo estadounidense como un nuevo Vietnam. Así las cosas y teniendo en ciernes el auge de China, EE UU no puede permitirse una retirada, salvo que sea precedida del éxito; de lo contrario, sería vista a ojos del mundo como el inicio del declive estadounidense.

Sería adecuado que Mitt Romney se alzase con la candidatura republicana. Tiene varias dotes que lo convierten en el candidato idóneo: su moral es intachable, goza del apoyo de la derecha religiosa (si bien puede que le pese su condición de mormón, aunque también se pensó lo mismo del católico Kennedy), ha revitalizado la economía de Massachusetts durante su mandato como gobernador y, por último, es partidario de continuar en Irak (aunque no pertenece a la línea más belicista del partido). Romney sólo necesitaría dos cosas para lograr la presidencia: un candidato a la vicepresidencia atractivo y popular y que su condición de mormón fuese utilizada como un signo de lo liberal que es EE UU.

  • Jorge Ipiña Pando
    Bilbao, España