Conor Foley tiene un mensaje para la comunidad internacional: las intervenciones humanitarias casi nunca funcionan. FP edición española ha publicado una reseña de su último libro, The Thin Blue Line, en el que sostiene esta tesis. Foley habla ahora sobre Irak, Darfur y el rompecabezas de la reforma de la acción humanitaria.

Foreign Policy: A lo largo de su carrera, ha trabajado con organizaciones humanitarias de todo el mundo. ¿Recuerda cuándo empezó a desconfiar de las intervenciones humanitarias? ¿Qué ocurrió?

Conor Foley: Es un asunto legal complicado, y no puede decirse: “Así son las cosas”. No es que la intervención sea buena o mala necesariamente. Supongo que la tesis de este libro es que prácticamente nunca resuelve las crisis humanas. Es como usar esparadrapo en una operación a corazón abierto. Y  hablar de ellas como si fueran una panacea es perjudicial, porque no es cierto que funcionen. Durante los últimos veinte años, muy pocas han cumplido su objetivo y han logrado que ahora haya democracia.

FP: Usted ha dicho que la guerra de Irak ha dañado la idea de la intervención humanitaria. ¿En qué sentido?

CF: Dos cosas han perjudicado su imagen. La primera: que Tony Blair intentara justificar [la guerra] como una intervención humanitaria (que nunca fue). El ex primer ministro británico confundió a mucha gente y les hizo sospechar de las intervenciones en otros lugares. La segunda fue la incapacidad de la intervención para dar resultados, en la medida en la que sus seguidores esperaban –y muchos de ellos creían de verdad que la población de Irak les recibiría como a libertadores. Cuando aquello no ocurrió, cundieron la desesperanza y el cinismo.  El conflicto requirió de un gran número de soldados y de dinero. Así que, cuando estallaron otras crisis, como la de Darfur, sus manos estaban atadas.

FP: ¿Cuál sería la respuesta ideal en Darfur, si nuestras manos no estuvieran tan atadas?

CF: Yo pediría más respaldo para la misión [de Naciones Unidas y la Unión Africana], que necesita más apoyo aéreo. Ha faltado voluntad política para apoyar una intervención. Esto se debe en parte a que, desde un punto de vista ideológico, [la intervención] se ha satanizado tanto desde las filas liberales [que creen que] Naciones Unidas es casi completamente inútil. Los que deberían haber hecho campaña a favor de la ONU se han manifestado en contra de ella. Hay muchos periodistas y políticos que desean que Naciones Unidas fracase para validar sus críticas.

FP: Entonces, no se opone a la intervención, en principio... ¿Puede imaginar una con éxito?

CF: Aquellas que tienen éxito suelen ser las que apoya el Consejo de Seguridad de la ONU, las que poseen la financiación necesaria y los objetivos adecuados, y aquellas donde los encargados de llevarla a cabo entienden su mandato. Esto no significa que una acción de este tipo siempre tenga éxito: la de Somalia en ...