Gilles Kepel, experto en Oriente Medio y terrorismo, explica a FP por qué los ataques racistas de Al Qaeda contra Barack Obama anuncian la muerte de la yihad.

Hace unos días, el número dos de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri, hizo público un provocador vídeo en el que comentaba la elección de Barack Obama. “Naciste de padre musulmán, pero has preferido alinearte en las filas de los enemigos de los musulmanes”, le dijo Al Zawahiri al presidente electo de Estados Unidos. Llama a Obama abid al beit, que significa esclavo doméstico, y le condena por ser un “típico” político estadounidense a sueldo del lobby sionista.

¿Desesperado? Gilles Kepel piensa que el número dos de Al Qaeda empieza a estar desconectado de la realidad.

Para descifrar las palabras de este líder terrorista, FP ha hablado con el analista francés Gilles Kepel, director de los Estudios sobre Oriente Medio en el Instituto de Estudios Políticos de París. Kepel lleva años siguiendo con detalle las declaraciones de Al Zawahiri. En su libro más reciente Beyond Terror and Martyrdom: The Future of the Middle East, identifica dos relatos igualmente histriónicos pero opuestos: la guerra contra el terror de los neoconservadores [estadounidenses] y el mito yihadista del martirio. Según Kepel, ambos han fracasado de forma miserable.

Foreign Policy: ¿Cree que el reciente vídeo emitido por Al Zawahiri es significativo?

Gilles Kepel: Es muy importante, porque [Al Qaeda] creía que el 11-S sería un medio para movilizar a las masas musulmanas contra Occidente y derrocar los regímenes [de Oriente Medio]. Y, sin embargo, fueron totalmente incapaces de hacerlo.

He estado siguiendo las declaraciones de Al Zawahiri entre el quinto y el séptimo aniversario del 11-S para intentar descifrar su sistema de pensamiento, para comprender cómo piensa. Cuanto más [estridente] era su discurso, menos en contacto estaba con la realidad.

Dentro de las filas del islamismo radical, ha recibido críticas muy, muy violentas. Existe un sentimiento extendido de que la estrategia de Al Qaeda ha fracasado porque [los críticos] dicen que Al Zawahiri ha derramado sangre musulmana. Que matara a judíos y cristianos podía estar bien -era halal [permitido]-, pero la sangre musulmana no es halal.

FP: ¿Cree que el número dos de Al Qaeda confiaba en que, con este vídeo, iba a conectar con una especie de racismo árabe contra los negros?

GK: En cierto modo. Pero creo que estaba tratando de no parecer racista, porque cita a Malcolm X, que fue un buen negro [porque se convirtió al islam] y adoptó el nombre de [al Hajj] Malik al Shabazz. Sin embargo, en su forma de hablar pueden percibirse sus orígenes aristocráticos y cómo siente el máximo desprecio por los negros [en su expresión más despectiva].

Abid al beit [como se refirió a Obama] es mucho más fuerte que esclavo doméstico [término utilizado por Malcolm X para referirse a los negros serviles con sus dueños]. Está lleno de connotaciones racistas y no estoy seguro de que Al Zawahiri se haya hecho muy popular con este tipo de discurso. En mi opinión, es una señal de que Al Qaeda está en una situación desesperada.

FP: ¿Cree que Obama -con su identidad étnica y su retórica sobre la necesidad de recuperar el respeto del mundo- va a ayudar a acabar con la actitud cínica generalizada de la comunidad internacional respecto a su país?

GK: Creo que, incluso fuera de Washington, todo el mundo sigue pensando que Estados Unidos es necesario. Pero nadie está seguro de que siga siendo suficiente. Y EE UU necesita aliados, [porque] lo que para Washington es una serie de prioridades de política exterior en Oriente Medio es, en gran medida, política nacional para nosotros y para los habitantes de lo que llamamos “Oriente Medio”.

FP: En los últimos ocho años, usted ha criticado con frecuencia a la Administración Bush. ¿Cuál diría que fue su mayor error analítico?

GK: El Gobierno Bush cometió el error de confundir Oriente Medio con el antiguo imperio soviético. Pensaron que había una línea continua entre el imperio del mal y el eje del mal, y no era así.

La guerra contra el terror tenía que movilizar a la opinión pública en apoyo de la Administración Bush. Todos estaban a su lado tras el 11-S, pero entonces cambiaron sus prioridades y la guerra contra el terror se convirtió en un instrumento para poner en marcha otro plan: derrocar al régimen de Sadam y crear un Irak amigo de Estados Unidos.

FP: ¿Está refiriéndose a la guerra contra el terror en pasado?

GK: Me da la impresión de que ahora, con Obama, [la guerra contra el terror] es algo que se ha eliminado. Él va a salir de Irak.

Lo más crucial en 2009 será qué hacen con Irán. Y los iraníes tienen elecciones presidenciales en 2009. Mi opinión es que los partidarios de la línea dura, de Ahmadineyad, serán derrotados. Permanecían en el poder porque en Washington estaban los neoconservadores.

¿Sabe lo que significa Hussein Obama en farsi? Hussein está con nosotros. Y no creo que sea sólo una broma; Ahmadineyad no tiene la menor posibilidad, en cuanto a la credibilidad chií, ante alguien que se llama Hussein está con nosotros. ¿No le parece?

[Lo que] quiero decir, más en serio, es que entablar el diálogo con Irán no significa presentarse en Teherán en una posición de debilidad. Significa ver hasta qué punto [va a haber] gente, cuando se vaya Ahmadineyad, a la que le parezca mejor formar parte del sistema de seguridad del golfo [Pérsico] que ser de los malos.

FP: ¿Qué le diría a Obama si se entrevistase con él?

GK: [Le aconsejaría sobre] la necesidad de concebir una política para Oriente Medio que se lleve a cabo en estrecha cooperación con los aliados. Y [debe] comprender que en esta región está naciendo una nueva era. Desde el Mar del Norte hasta el golfo [Pérsico] hay conocimiento, solidez académica y un espacio seguro y legal. Si se combinan la fuerza de la Unión Europea, la riqueza y la energía del golfo Pérsico y [Estados Unidos] se puede triangular una relación que permita el crecimiento en las orillas este y sur del Mediterráneo. Sin ese crecimiento, no conseguiremos ninguna solución al conflicto árabe-israelí.

FP: ¿No se parece eso a la iniciativa del presidente francés, Nicolas Sarkozy, de construir la Unión para el Mediterráneo que, la verdad, no salió bien desde el punto de vista político?

GK: Van en la misma dirección, pero creo que la Unión para el Mediterráneo se equivocó al no incluir de forma explícita al golfo [Pérsico]. No debemos verlo como una gasolinera con cajeros automáticos. Son personas que quieren hablar de política. Tienen enormes problemas de seguridad y necesitan que les tranquilicemos. Hasta ahora, se han beneficiado del paraguas militar estadounidense. Pero, después del desastre de Irak, este paraguas está en tela de juicio. Sigue siendo una necesidad, pero no es suficiente.

Gilles Kepel, director de Estudios sobre Oriente Medio en el Instituto de Estudios Políticos de París, es autor de Beyond Terror and Martyrdom: The Future of the Middle East (Harvard University Press, Cambridge, EE UU, 2008).

 

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