Jóvenes caminando por las calles de Estambul entre banderas turcas y un puesto ambulante de dulces típicos. (Yasin Akgul/AFP/Getty Images)

Ha pasado un año desde el intento de golpe de Estado con el que los opositores intentaron derrocar, sin éxito, al presidente turco Recep Tayyip Erdogan. Desde entonces, Turquía se encuentra en una situación de inestabilidad y represión política. El referéndum constitucional del pasado abril lo confirma. Con el nuevo texto, Turquía adoptará el sistema presidencialista y Erdogan asumirá muchos más poderes de los que ya tiene. Dos autores analizan el país, desde dentro y desde fuera de sus fronteras, haciendo balance de la situación en este primer aniversario del intento de golpe de Estado.