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La lengua de Cervantes es un elemento clave en la búsqueda de nuevas oportunidades en las relaciones hispano-japonesas.

España está experimentando una creciente presencia en la región Asia-Pacífico. Este hecho se ve acompañado por el deseo común hispano-japonés de intensificar las relaciones bilaterales que cada día se abren hacia nuevos horizontes de colaboración. Horizontes que han fructificado en la celebración del Año Dual de España en Japón y de Japón en España.

El recíproco interés entre ambos viene de antaño, dado que España fue una de las primeras naciones europeas en establecer lazos con el País del Sol Naciente. De hecho, podría afirmarse que existió, de facto, un cuasimonopolio español durante varios siglos sobre la navegación en el Pacífico, cuyo mejor exponente fueron las múltiples travesías que realizó el Galeón de Manila. Y ello sin olvidar la ya consabida presencia de más de 300 años en las islas Filipinas y los archipiélagos del Pacífico.

La misión diplomática Keicho, enviada por el señor feudal de Sendai, Date Masamune, a la Corte del Rey de España Felipe III, tuvo la virtualidad de materializar este interés mutuo en establecer relaciones al más alto nivel para favorecer el desarrollo de ambos pueblos. Tras esta misión tan prometedora, Japón instauró una política endogámica, denominada “Sakeku”, que condujo a su aislamiento voluntario del mundo hasta la restauración del período Meiji (1868-1912). Esto provocó que nunca se oficializaran acuerdos comerciales entre los dos países, y estos esperanzadores inicios quedaron definitivamente truncados con el ulterior declive de la presencia española en la región.

Pero hoy, en pleno siglo XXI, surgen de nuevo oportunidades y España empieza a recuperar una presencia relevante en Asia. A su favor cuenta además que Japón sigue valorando los fuertes vínculos políticos, económicos y culturales españoles con Hispanoamérica, y prueba de ello es la colaboración bilateral que se refleja en múltiples áreas. Conmemorar la celebración de viejos lazos históricos -y el esplendor alcanzado por España en el Siglo de Oro y Japón en la Época Edo- es una inmejorable oportunidad para romper estereotipos, observarse y debatir mutuamente sobre dos países que han sabido sobreponerse a momentos muy difíciles en su historia y encarar un futuro común esperanzador.

Uno de los aciertos del Año Dual reside precisamente en su carácter global, al extenderse por los diferentes ámbitos de unas relaciones bilaterales cada vez más intensas. Este carácter general ha posibilitado que, junto a las aportaciones institucionales, el sector privado de ambos países también haya jugado un papel destacado en la organización y gestión de las diversas actividades programadas. Se espera que, fruto de estas nuevas alianzas surgidas al calor esta celebración, se multipliquen las redes de contactos entre ambos países y éstas, a su vez, generen nuevas sinergias.

El principal objetivo de este evento ha sido transmitir una imagen moderna y actual de España, que refleje la profunda evolución que ha experimentado la sociedad española en las últimas décadas. Además de la búsqueda de nuevas oportunidades económicas para los dos países, y el fomento de ...