• International Journal of Intelligence and CounterIntelligence,
    Taylor & Francis,
    vol. 18, nº 2, verano de 2005,
    Filadelfia, Pennsylvania (EE UU)

El misterioso ámbito del espionaje -bautizado por el novelista
y ex agente británico John Le Carré como el "mundo secreto"- ha
estado siempre rodeado de un halo de fascinación. La cabecera puede
no parecer muy seductora, pero el International Journal
of Intelligence and CounterIntelligence
es, para los estudiosos de la materia, tan cautivador como
las novelas de espías que los turistas compran en los aeropuertos.

Dirigida por Richard R. Valcourt, de la Universidad Militar Americana, su
Consejo de Redacción y los principales colaboradores son profesionales
de la Inteligencia (o lo han sido), investigadores universitarios y un puñado
de agentes encubiertos metidos a intelectuales.

Fallo del sistema: un trabajdor de los servicios de emergencia se derrumba tras los ataques del 11-M.
Fallo del sistema: un
trabajador de los servicios de emergencia se derrumba tras los ataques
del 11-M.

En el número del verano pasado, la publicación se tomaba en
serio la palabra "internacional" de su nombre. Los artículos
más importantes examinan la necesidad de realizar una autopsia mundial
al análisis de Inteligencia, recordando así que EE UU no es el único
país que necesita afilar sus habilidades.

Dos de ellos se centran en los retos con que se enfrenta Europa. Tras el atentado
terrorista de marzo de 2004 en Madrid, agencias del Reino Unido, Francia, Alemania,
Italia y España coordinaron sus respuestas, siguiendo pistas que les
llevaron por todo el Viejo Continente y el norte de África. Glen Segell,
director del Instituto de Política de Seguridad de Londres, relaciona
la eficacia de esta cooperación con el hecho de haber podido conectar
al principal sospechoso con militantes islámicos. Por supuesto, muchos
de esos servicios ya colaboraban antes del 11-M, lo que deja sin resolver por
qué no pudieron evitar el ataque. Segell realiza una crítica útil
sobre cómo la incapacidad de varias agencias de integrar distintos enfoques
al análisis de información dejaron Madrid y otros blancos potenciales,
como Londres, indefensos ante un ataque.

John Nomikos, del Instituto de Estudios Europeos y Americanos de Atenas, ha
encontrado una solución: crear una sola agencia europea de espionaje.
En su artículo, apoya la fundación de un nuevo organismo de la
Unión Europea basado en lo que, en origen, iba a ser la CIA, una organización
que no se centre en operaciones encubiertas, sino en análisis. El griego
imagina un aparato europeo independiente, que se dedique inicialmente a proporcionar
a la Comisión Europea y al Consejo Europeo informaciones estratégicas
basadas en fuentes públicas y datos aportados voluntariamente por los
servicios miembros. Si se proyecta como una agencia esencialmente analítica
y especializada en terrorismo, como propone Nomikos, es difícil no estar
de acuerdo.

Inteligencia artificial. Jason Vest

  • International Journal of Intelligence and CounterIntelligence,
    Taylor & Francis,
    vol. 18, nº 2, verano de 2005,
    Filadelfia, Pennsylvania (EE UU)

El misterioso ámbito del espionaje -bautizado por el novelista
y ex agente británico John Le Carré como el "mundo secreto"- ha
estado siempre rodeado de un halo de fascinación. La cabecera puede
no parecer muy seductora, pero el International Journal
of Intelligence and CounterIntelligence
es, para los estudiosos de la materia, tan cautivador como
las novelas de espías que los turistas compran en los aeropuertos.

Dirigida por Richard R. Valcourt, de la Universidad Militar Americana, su
Consejo de Redacción y los principales colaboradores son profesionales
de la Inteligencia (o lo han sido), investigadores universitarios y un puñado
de agentes encubiertos metidos a intelectuales.

Fallo del sistema: un trabajdor de los servicios de emergencia se derrumba tras los ataques del 11-M.
Fallo del sistema: un
trabajador de los servicios de emergencia se derrumba tras los ataques
del 11-M.

En el número del verano pasado, la publicación se tomaba en
serio la palabra "internacional" de su nombre. Los artículos
más importantes examinan la necesidad de realizar una autopsia mundial
al análisis de Inteligencia, recordando así que EE UU no es el único
país que necesita afilar sus habilidades.

Dos de ellos se centran en los retos con que se enfrenta Europa. Tras el atentado
terrorista de marzo de 2004 en Madrid, agencias del Reino Unido, Francia, Alemania,
Italia y España coordinaron sus respuestas, siguiendo pistas que les
llevaron por todo el Viejo Continente y el norte de África. Glen Segell,
director del Instituto de Política de Seguridad de Londres, relaciona
la eficacia de esta cooperación con el hecho de haber podido conectar
al principal sospechoso con militantes islámicos. Por supuesto, muchos
de esos servicios ya colaboraban antes del 11-M, lo que deja sin resolver por
qué no pudieron evitar el ataque. Segell realiza una crítica útil
sobre cómo la incapacidad de varias agencias de integrar distintos enfoques
al análisis de información dejaron Madrid y otros blancos potenciales,
como Londres, indefensos ante un ataque.

John Nomikos, del Instituto de Estudios Europeos y Americanos de Atenas, ha
encontrado una solución: crear una sola agencia europea de espionaje.
En su artículo, apoya la fundación de un nuevo organismo de la
Unión Europea basado en lo que, en origen, iba a ser la CIA, una organización
que no se centre en operaciones encubiertas, sino en análisis. El griego
imagina un aparato europeo independiente, que se dedique inicialmente a proporcionar
a la Comisión Europea y al Consejo Europeo informaciones estratégicas
basadas en fuentes públicas y datos aportados voluntariamente por los
servicios miembros. Si se proyecta como una agencia esencialmente analítica
y especializada en terrorismo, como propone Nomikos, es difícil no estar
de acuerdo.

Jason Vest cubre el área de seguridad
nacional para la revista Government Executive, de Washington, y está escribiendo
un libro sobre la reforma de las Fuerzas Armadas y la Inteligencia de EE UU.