Si uno quiere decir de otro que no es digno de confianza en idioma fon, hablado en las costas de Benín y Togo, la mejor expresión para ello se traduciría como: “Esta persona te vendería y disfrutaría con ello”. La región fon fue uno de los epicentros históricos del comercio transatlántico de esclavos. La herencia de aquella época permanece. Los economistas Nathan Nunn, de Harvard, y Leonard Wantchekon, de la Universidad de Nueva York, han contrastado los datos sobre el comercio de esclavos con las actuales encuestas de población sobre relaciones comunitarias. Han descubierto que en las regiones de África en las que más se concentró este tráfico

de personas la gente tiende a desconfiar más de los otros individuos. Nunn cree que el trauma ligado al comercio esclavista continúa estancando el desarrollo económico de las regiones afectadas de África. Los grandes shocks, sostiene, “cambian el comportamiento de las personas de una forma que parece bastante permanente”.