Los peligros de pasar muchas horas frente al televisor son de sobra conocidos: obesidad, malas notas y grandes dosis de sexo y violencia. Pero en el mundo en desarrollo, este aparato puede ser un inesperado instrumento para la liberación de la mujer. Según un reciente estudio, el acceso a la televisión por satélite añade un valor sorprendente para las vidas de las campesinas indias, en concreto equivale a seis años de educación.

Mujer hindú transportando un televisor

Sexo y sari: la televisón por satélite da poder a las mujeres más pobres.

Los investigadores analizaron los datos de tres años de observaciones sobre el terreno en 180 pueblos indios, 21 de los cuales tienen acceso a este medio. En estos últimos, aumentó la escolarización de las niñas y bajó la natalidad. Las mujeres conectadas también estaban menos dispuestas a padecer malos tratos, eran menos proclives a tener hijos varones y parecían más capacitadas para gastar dinero sin permiso de sus maridos. De sobra es sabido que las mujeres adquieren actitudes más liberales con cada año de educación, y los cambios que observaron los expertos en opiniones y comportamientos fueron tan profundos como si hubieran estudiado seis años.

Los programas de televisión por satélite están dirigidos a las áreas urbanas, donde la condición femenina es mejor, explica Emily Oster, economista en la Universidad de Chicago (EE UU) y coautora del informe. “La gente se expone a actitudes más liberales, y más favorables hacia las mujeres… y cambia de forma de pensar en respuesta a ese estímulo”, dice. La televisión no cura todas las enfermedades sociales asociadas a la pobreza, y su influencia puede ser mayor en ciertos lugares que en otros. Pero tal vez sea una alternativa barata a los costosos (y a menudo ineficaces) programas gubernamentales para fortalecer al sexo femenino. Para algunos, dice Oster, la mejor opción podría ser “más televisión”.