Perú es el segundo país de América Latina con la tasa de crecimiento económico más alta. La sociedad está pasando por grandes y acelerados cambios de modernización, que generan ganadores y perdedores. ¿Cómo es la comunidad peruana actual y cómo está viviendo estos procesos? ¿Qué espera para el futuro?

"Yo soy el Perú", Mario Vargas Llosa. (Cris Bouroncle/Getty Images)

Foreign Policy: Si la hubiera entrevistado hace veinte años habríamos hecho la entrevista en una sala de cuidados intensivos, ¿En qué situación estaba entonces Perú?¿Y hoy? Teniendo en cuenta que ahora tanto en América Latina como en EE UU se oye hablar del modelo peruano.

Sociedad Peruana: Sin la menor duda y sin ser una exageración, estábamos en estado de coma y dudábamos de nuestras supervivencia como país. Solo en 1990 la inflación fue 7500%, no teníamos dinero de reservas internacionales, estábamos hundidos y, además, sufríamos una guerra dramática con Sendero Luminoso -la guerrilla más letal de todas las aparecidas en el continente- que parecía que no acabaría jamás.

En cuanto a hablar de modelo peruano,la gente exagera pero es cierto. Teniendo en cuenta que venimos de esos cuidados intensivos que usted mencionaba, hemos avanzado mucho. Aunque en realidad, le diré, más que progresar, voy sacando la cabeza del pozo. ¡Imagine que Perú hace un par de años consiguió igualar el PIB per cápita que teníamos en 1975!

 

FP: Yo quería subrayar el ritmo vertiginoso con el que viene creciendo económicamente. Según el diario, The Economist, entre 2000 y 2010 Perú tuvo la segunda tasa más alta de crecimiento en América Latina.

SP: Sí, el progreso económico durante esta década ha sido notable. 2010 se ha cerrado casi con un 10% de crecimiento y la pobreza, que al inicio de la década era de un 48%, hoy es de un 34%. Para los próximos años ya tenemos prevista una inversión privada superior a los 30 mil millones de dólares (unos 23 mil millones de euros). Y más allá de estas cifras, sobre todo en las grandes ciudades, se vive una efervescencia económica bastante inédita. Ahora, existe una vida urbana más rica, sobre todo en la zona costera, en espacios donde hasta hace muy poco creíamos que solo se reproduciría la escasez monetaria. Así que, en efecto, es un momento interesante.

 

FP: ¿Interesante? No desborda optimismo.

SP: No es cuestión de optimismo o pesimismo, lo que pasa es que no me olvido que todo esto se construye sobre desigualdades. Las cifras generales son estupendas pero ¿sabía usted que en la selva peruana la miseria aumentó entre 2008 y 2009? O, pongamos otro ejemplo, en 2004 la pobreza rural era el doble que la urbana y hoy, ésta es casi tres veces más grande. Aunque ambas tasas absolutas han descendido.

El producto nacional crece como usted ha mencionado, quienes más ganan con el modelo económico no necesariamente pagan el volumen de impuestos que deberían. Según la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), Perú tiene una presión tributaria por debajo de la media latinoamericana y ésta debería ser mayor de acuerdo al desarrollo de su economía. En fin, no se olvide que todas las sociedades que pasan por cambios acelerados de modernización generan ganadores y perdedores. Y a mí no me queda otra que hablarle de ambos.

 

FP: En los 70, cuando campeaban las dictaduras de derecha en América Latina, Perú tenía una de izquierda con Velasco Alvarado; en los 80, cuando el sueño guerrillero languidecía por todas partes, apareció Sendero Luminoso; y en los 90, cuando la democracia se consolidaba, usted estrenó los autoritarismos con elecciones de Alberto Fujimori. Dígame, ¿Habrá ahora alguna sorpresa?

SP: Mis curiosidades no las ha podido prever nadie. En todo caso, creo que las sorpresas ahora, felizmente, están restringidas al ámbito electoral. Ahí todo es muy fluido y abierto y como los peruanos tenemos niveles de confianza muy bajos entre nosotros y hacia nuestras instituciones políticas, cada elección se parece a una lotería.

 

FP: Por cierto, este año hay elecciones presidenciales. Déjeme preguntarle, ¿Cree que Keiko Fujimori, la hija del ex presidente, va a ganar los comicios de 2011? Hábleme también de Alan García, ¿con este Gobierno (2006-2011) ha borrado el mal recuerdo de su primer y catastrófico mandato?

SP: Alberto Fujimori está preso en Perú y se le juzgó de manera ejemplar por violaciones contra los derechos humanos, lo cual es una alegría para la democracia, las instituciones y para mí también. Pero tampoco puede negar ni censurar, que una parte de la sociedad peruana recuerde con aprecio el gobierno de Fujimori y que traduzca ese afecto en el apoyo a su hija. Keiko, le recuerdo, recibe la mayoría de sus votos entre los más pobres del país, población que ni robó ni asesinó durante el mandato del ex presidente. En la cúpula fujimorista sí hay complicidad, pero el sufragio pobre … no me sugiera maltratarlo.

En cuanto a la segunda pregunta, tengo que decir que Alan García lo ha hecho mejor en su última gerencia, claro, pero de ahí a olvidarme de aquella época desgraciada hay un trecho. Además, ni crea que sus cifras macroeconómicas impactantes y su optimismo me seducen. Solo el 30% de la sociedad peruana aprueba su gestión, la más baja de todos los presidentes de América Latina. ¿Sabe qué es lo mejor? García cree que no lo apruebo porque tengo el “ADN triste”. Eso me ha dicho hace unos meses en público, que soy andina y triste, que me falta sangre negra y española, como en Colombia y Brasil, donde sí aprecian a sus gobernantes. ¡Imagínese! Como dice uno de nuestros intelectuales más brillantes, Carlos Iván Degregori: “¡Alan García me maltrata con argumentos del siglo XIX y quiere que lo aplauda unánimemente!”

 

FP: ¿Cuándo va a tener una mujer presidenta como varios de sus vecinos?

SP: Espero que pronto. No se olvide que Lima ahora tiene alcaldesa y ahí está el tercio de la población. Así que si aparece una buena candidata, ¿por qué no?

 

FP: La Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) que investigó la guerra interna ocurrida en Perú entre 1980 y 2000 señaló que el número de muertos y desaparecidos durante el conflicto fue de 67.280 personas. ¿Qué se está haciendo para procesar este periodo?

SP: No mucho. La existencia de la CVR y su informe es, sin duda, el gran instrumento para encausar este hecho. Pero me temo que el tiempo de utilizarlo todavía no ha llegado. No hay una gran demanda social por hacer un trabajo de memoria sobre el asunto. Imagino que es un mecanismo de protección comprensible, “living is easy with eyes closed”, cantaban los Beatles. Por ahora, no es una demanda mayoritaria. Sin embargo, desde el arte se están haciendo, con éxito nacional e internacional, muchos y muy interesantes trabajos para recordar este periodo: novelas, cine, etc. En este sentido, como en tantos otros, un Perú artístico va delante de uno político y social.

 

FP: ¿Qué le preocupa del futuro?

SP: Muchas cosas. El poder del narcotráfico ante un Estado débil. También me preocupa que tengamos una comunidad civil que no hace valer sus derechos frente a los atropellos de los gobernantes. Nuestras instituciones y libertades se han fortalecido en los últimos años pero esto se debe más al coraje de los individuos, que a un consenso en la sociedad o a una convicción entre nuestros políticos. Me preocupa también que la gran inversión vinculada a proyectos energéticos, desemboque en conflictos violentos con las poblaciones campesinas o pobres que habitan donde estos planes se implementan. En 2009 en Bagua, la selva peruana, hubo un enfrentamiento sangriento entre nativos y policías que costó la vida a 32 personas de ambos bandos. Ojalá que no estemos incubando nada en esos espacios olvidados, donde se encuentra el gran capital transnacional con los ciudadanos más vulnerables.

También me inquita la ausencia de confianza de los peruanos hacia los organismos y el Estado. Perú es el país en América Latina con menor fe en el Parlamento, los partidos políticos y el poder judicial. Toda esa desafección mayoritaria hacia las instituciones podría ser en algún momento utilizada por algún liderazgo hábil y carismático y retroceder lo ganado en términos democráticos y económicos.

 

FP: Hablemos un poco de cultura. ¿A qué se debe el éxito de la gastronomía peruana?

SP: Es lo mejor que nos ha pasado últimamente. Se ha convertido en una palanca de riqueza dentro del país y en el extranjero. Las escuelas de cocina se multiplican y los restaurantes abren en todas partes. Además, la gastronomía se está convirtiendo en uno de esos amasijos simbólicos que vinculan a las sociedades, que les permiten reconocerse y dotarse de estima.

Los peruanos gozan con su comida y hablan permanentemente de ella y perciben que esto, que forma parte de su vida cotidiana más elemental, comienza a ser valorado en el mundo como algo sofisticado, importante y apreciado. Es formidable que este proceso acompañe al crecimiento económico.

 

FP: Mario Vargas Llosa ha declarado “yo soy el Perú”, así que no es un exceso si la felicito por el premio Nobel que se ha ganado.

SP: Muchas gracias. Imagino que Vargas Llosa se refería a que no habría podido escribir todas esas historias magníficas si yo no le hubiera abastecido de personajes, angustias e injusticias, y hasta de “cacasenos y bribones”, como calificó alguna vez a nuestros políticos. A cambio, ha colaborado para que seamos un país más culto y libre del que seríamos sin él.