ISIS ya no se puede entender como hace tres años ni Estados Unidos es un agente presente y relevante en la dramática salida de la crisis siria. Las primaveras árabes se han visto sucedidas por una serie de situaciones de difícil calificación –estados fallidos, políticas autoritarias,…–. Junto a todo ello los movimientos que se vienen percibiendo, con mayor o menor claridad, en los dos gigantes regionales y siempre enfrentados, como son Irán y Arabia Saudí, así como las consecuencias de las perspectivas de los negocios asociados a los hidrocarburos a medio plazo, mantienen en continua actualidad un área decisiva para entender sus repercusiones globales y de toda índole en este primer tercio del Siglo XXI. Sobre ello debatieron Emma HooperKristina KauschLuz Gómez en la última sesión del ciclo del Club de Roma y esglobal.