Quizá los niños y jóvenes del mundo desarrollado estén demasiado ocupados con los videojuegos y no se han enterado de que el 16% de la población del mundo está al borde de la muerte por desnutrición o que hoy más de diez países están en situación de emergencia humanitaria. Por si así fuera, el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas ha decidido tomar cartas en el asunto y competir por las mentes y los corazones de la juventud rica mundial, precisamente donde ésta pasa cada vez más tiempo: sentada en una butaca, frente a la pantalla de su ordenador o su videoconsola.

Con ese motivo ha desarrollado y lanzado el videojuego Food Force, que puede descargarse libre y gratuitamente desde www.food-force.com, y del que se pueden hacer cuantas copias se desee.

La idea no es nueva. De hecho, la ONU imita al Ejército de Estados Unidos, que, ante la falta de ardor patriótico de los jóvenes estadounidenses, poco interesados en alistarse en tiempos de guerra mundial contra el terrorismo, lanzó en 2002, con gran éxito, el videojuego America’s Army. Mediante este software, cualquier adolescente podía soñar con ser un boina verde, imponer la pax americana al planeta librándolo de insurgentes.

Pero en el Food Force de Naciones Unidas, en lugar de pegar tiros en cuanto uno se baja del blindado, asesinar afganos y defender oleoductos, de lo que se trata es de resolver una situación de emergencia alimentaria en un país imaginario. E, incluso, a pesar de que no haya que sacar a relucir el fusil, la adrenalina fluye mientras se van cubriendo misiones humanitarias y se comprueba la dificultad de llegar a tiempo a determinados lugares, a la vez que el jugador recibe ciertas explicaciones de en qué consiste la ayuda y cómo se canaliza. Está siendo un éxito, con dos millones de descargas en el año pasado y tres en lo que va de 2006.

La web de Food Force –con versiones disponibles para Mac y Windows– incluye, además, información sobre situaciones de emergencia reales y material didáctico para profesores modernos que utilicen las nuevas tecnologías en el aula. De momento, sólo está disponible en inglés, japonés e italiano, pero se anuncian nuevas versiones en chino, alemán, portugués y español.

Que la ‘Food Force’ te acompañe

 

Quizá los niños y jóvenes del mundo desarrollado estén demasiado ocupados con los videojuegos y no se han enterado de que el 16% de la población del mundo está al borde de la muerte por desnutrición o que hoy más de diez países están en situación de emergencia humanitaria. Por si así fuera, el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas ha decidido tomar cartas en el asunto y competir por las mentes y los corazones de la juventud rica mundial, precisamente donde ésta pasa cada vez más tiempo: sentada en una butaca, frente a la pantalla de su ordenador o su videoconsola.

Con ese motivo ha desarrollado y lanzado el videojuego Food Force, que puede descargarse libre y gratuitamente desde www.food-force.com, y del que se pueden hacer cuantas copias se desee.

La idea no es nueva. De hecho, la ONU imita al Ejército de Estados Unidos, que, ante la falta de ardor patriótico de los jóvenes estadounidenses, poco interesados en alistarse en tiempos de guerra mundial contra el terrorismo, lanzó en 2002, con gran éxito, el videojuego America’s Army. Mediante este software, cualquier adolescente podía soñar con ser un boina verde, imponer la pax americana al planeta librándolo de insurgentes.

Pero en el Food Force de Naciones Unidas, en lugar de pegar tiros en cuanto uno se baja del blindado, asesinar afganos y defender oleoductos, de lo que se trata es de resolver una situación de emergencia alimentaria en un país imaginario. E, incluso, a pesar de que no haya que sacar a relucir el fusil, la adrenalina fluye mientras se van cubriendo misiones humanitarias y se comprueba la dificultad de llegar a tiempo a determinados lugares, a la vez que el jugador recibe ciertas explicaciones de en qué consiste la ayuda y cómo se canaliza. Está siendo un éxito, con dos millones de descargas en el año pasado y tres en lo que va de 2006.

La web de Food Force –con versiones disponibles para Mac y Windows– incluye, además, información sobre situaciones de emergencia reales y material didáctico para profesores modernos que utilicen las nuevas tecnologías en el aula. De momento, sólo está disponible en inglés, japonés e italiano, pero se anuncian nuevas versiones en chino, alemán, portugués y español. –Íñigo García

Íñigo García es periodista freelance español y reside en Brasilia.