En los países ricos, los correos electrónicos no deseados, o
spam, son un incordio. Para las naciones pobres, constituyen una amenaza
para el desarrollo. Ésta es la conclusión de un nuevo informe de la Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económico
(OCDE). “El correo basura no parará el avance de la tecnología
de la información” en estos Estados, “pero lo retrasará bastante”,
declara Suresh Ramasubramanian, autor del estudio y responsable de la protección
contra spam del servidor de Internet alojado en Hong Kong Outblaze.

El ancho de banda es caro y las velocidades de conexión suelen ser
muy lentas en los países pobres. Quienes envían mensajes indeseados
podrían colapsar su red –o reducirla a paso de tortuga– llenando
los buzones de los usuarios.Y los servidores locales de Internet carecen del
software o del personal preparado para solucionarlo.

El impacto que tiene este tipo de e-mails en estos Estados no se investiga.
Ramasubramanian cree que es difícil calcular el dinero que se pierde
por su culpa, pero puede rondar varios millones de dólares al año.
Además, gracias a unas leyes tecnológicas débiles, los
países en desarrollo se están convirtiendo en paraísos
para las operaciones de envío de correo no deseado a Estados Unidos
y Europa. El creador de spam Steven Worrell –que envía e-mails
promoviendo pornografía o estafas financieras– tiene una dirección
de Florida, pero opera desde un servidor de Costa Rica.

Los programas basados en sistemas operativos libres, como Linux, podrían
detener hasta el 50% de este flujo. Ramasubramanian cree que esto habría
que ponerlo en práctica ya. Cerrar la brecha digital no sirve si al
otro lado sólo hay un montón de correo basura.

‘Spam’ contra el desarrollo

En los países ricos, los correos electrónicos no deseados, o
spam, son un incordio. Para las naciones pobres, constituyen una amenaza
para el desarrollo. Ésta es la conclusión de un nuevo informe de la Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económico
(OCDE). “El correo basura no parará el avance de la tecnología
de la información” en estos Estados, “pero lo retrasará bastante”,
declara Suresh Ramasubramanian, autor del estudio y responsable de la protección
contra spam del servidor de Internet alojado en Hong Kong Outblaze.

El ancho de banda es caro y las velocidades de conexión suelen ser
muy lentas en los países pobres. Quienes envían mensajes indeseados
podrían colapsar su red –o reducirla a paso de tortuga– llenando
los buzones de los usuarios.Y los servidores locales de Internet carecen del
software o del personal preparado para solucionarlo.

El impacto que tiene este tipo de e-mails en estos Estados no se investiga.
Ramasubramanian cree que es difícil calcular el dinero que se pierde
por su culpa, pero puede rondar varios millones de dólares al año.
Además, gracias a unas leyes tecnológicas débiles, los
países en desarrollo se están convirtiendo en paraísos
para las operaciones de envío de correo no deseado a Estados Unidos
y Europa. El creador de spam Steven Worrell –que envía e-mails
promoviendo pornografía o estafas financieras– tiene una dirección
de Florida, pero opera desde un servidor de Costa Rica.

Los programas basados en sistemas operativos libres, como Linux, podrían
detener hasta el 50% de este flujo. Ramasubramanian cree que esto habría
que ponerlo en práctica ya. Cerrar la brecha digital no sirve si al
otro lado sólo hay un montón de correo basura.Elisabeth
Eaves

Elizabeth Eaves es escritora y reside en
París.