Trastienda bélica
En noviembre de 2005, James Moody escuchó en la radio a un oyente que opinaba que era imposible contar cuántos estadounidenses conocían a alguien que hubiera muerto en la guerra de Irak. Este sociólogo de la Universidad de Duke (Durham, EE UU) creyó que podía refutar la afirmación. Podríamos saber ese número, pensó.
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Redes personales: detrás de cada soldado hay una familia. |
Usando las estimaciones establecidas para medir el tamaño de las redes sociales –la familia, en sentido extenso, los amigos y los conocidos–, Moody creó un instrumento on line para medir las consecuencias de la guerra contra el terrorismo emprendida por Estados Unidos. En concreto, este científico considera que entre 5,4 y 8,2 millones de estadounidenses han tenido contacto con algún fallecido –o herido– en los conflictos de Irak o Afganistán, según los datos que recogió hasta marzo de 2007. También calcula que entre 9,3 y 12,7 millones de iraquíes conocían a alguien asesinado por las tropas estadounidenses o por la insurgencia desde 2003. “Tendemos a considerar [estos muertos y heridos] como acontecimientos singulares”, explica Moody.
“Pero cada persona está vinculada con otras en un efecto de ondas que se expande a través de la sociedad”. Precisamente, esta circunstancia puede influir en que si...