Vivir con la violencia diaria

La escalada de violencia en Ciudad Juárez es tan alta que los vecinos de la ciudad han aprendido a convivir diariamente con ella. He aquí ocho imágenes que muestran la situación de esta ciudad mexicana. -Marta Torres Ruiz.

 

 

 

La muerte forma parte de la vida en Juárez, donde se puede morir por el mero hecho de cruzar la calle o simplemente por no hacerlo. La Avenida Tecnológico, donde fue tomada esta instantánea, es una de las calles más transitadas. Ese día a pocos metros de allí un grupo armado dio caza a dos agentes de tráfico. Uno murió en el trayecto al hospital y el otro fue secuestrado. En 2008 se registraron 1.600 asesinatos. En 2009, 2.650. Y en 2010 más de 2.000. Estas cifras de muertes oscurecen el problema de fondo de esta ciudad, una de las más peligrosas del mundo, donde el mayor desafío estos días es la impunidad.

 

Fotografías de Diego Aguilar

 

 

 

 

Estos niños que vienen de jugar al fútbol conviven a diario con la violencia. Acaban de matar a un joven en la Colonia Fronteriza Baja, la más pobre de Ciudad Juárez y ubicada en un barranco muy cerca de El Paso, una de las ciudades más seguras de Estados Unidos, que hace frontera con la urbe mexicana. La víctima recibió al menos cinco balazos. Desde 2006 el crimen organizado ha dejado entre 30.000 y 40.000 niños huérfanos en México, de los que 9.000 se encuentran en Juárez.

 

Acaban de ejecutar a una persona, de entre 25 y 30 años, a causa de una disputa en este parque que se encuentra cerca del Teatro Benito Juárez y la Biblioteca Municipal. Desde hace meses, se registran muertes extrañas que nada tienen que ver con el narcotráfico o los motivos personales. Estos nuevos crímenes se resguardan dentro del paraguas de la impunidad de la ciudad mexicana. Sólo hay dos investigadores y el 95% de los crímenes no se resuelve, lo cual ha creado un gran caldo de cultivo para todo tipo de fauna criminal.

 

Dos mujeres están metiendo las compras en su automóvil en el supermercado de la cadena SMART, ubicado en la Avenida Adolfo López Mateos, ex presidente mexicano. Acaban de ejecutar a un hombre en la entrada. La violencia desmesurada ha podido ser causada -porque nada es a ciencia cierta en Juárez-, por un conflicto interno en el Cartel de la Línea. Su consiguiente debilitación hubiese hecho que el Cartel de Sinaloa quisiese disputar la plaza de la ciudad, que debido a su situación geográfica es la joya de los contrabandistas.

 

Según el diccionario del narco, este hombre acaba de ser tapeiteado (palabra formada de tape, cinta en inglés y el participio del verbo en español). Atado de pies y manos, es un ajuste de cuentas entre narcos. La Policía Federal espera a que venga el servicio médico forense en la Calle Ejército Nacional. El índice de violencia ha aumentado con las dos facciones de La Línea y Sinaloa disputándose la plaza en la ciudad, desde la cual, al estar en medio de la frontera, se controlan las tres líneas de distribución de mercancías: Este, Centro y Oeste. Mientras el Gobierno, que ha perdido el control de la seguridad pública, ha decidido pedir ayuda al Ejército.

 

Un agente de la Policía Federal, con un fusil Barrett, después de un enfrentamiento entre sicarios y federales sobre la Carretera Panamericana. Todo ocurrió alrededor de las nueve de la noche. Murió un sicario cerca de un parque y otros tres fueron detenidos en el bar La pantera rosa. Inmediatamente después de llegar a Juárez hace dos años, el Ejército desarticuló la Policía Municipal porque presuponía que todos los juarenses eran narcotraficantes y todos los agentes trabajadores del narcotráfico. En un principio, tampoco se preocuparon de poner orden en las calles porque pensaron que eran los narcos los que se matan entre ellos. De esta forma, se ha dejado la ciudad a merced de todo tipo de delincuentes.

 

Un niño se esconde después de escuchar una ejecución en la Colonia Manuel J. Clouthier de Juárez. El presidente Felipe Calderón declaró la guerra al narco para legitimar el sexenio de su presidencia después de haber ganado las elecciones entre acusaciones de fraude. Todavía así, el mandatario indicó que este problema circula en dos direcciones: la droga va a Estados Unidos porque hay una demanda real y de allí vienen las armas con las que se matan los mexicanos. En febrero de 2009 llegó a Juárez un contingente de cerca de 1.800 soldados, que se sumaron a 3.000 policías federales. Un año después el Ejército dejó de asumir el control de la seguridad pública y se desplazó a zonas rurales entre acusaciones de la Iglesia y ONG de violaciones de derechos humanos contra la población.

 

Tumbas simbólicas en  la Subprocuraduría General de Justicia de la zona norte, donde se ubican las fábricas en las que trabajan las mujeres. Estos crímenes, conocidos como feminicidios, se cuentan en alrededor de 600 en los últimos diez años. Las mujeres desaparecen unos días y luego se encuentran violadas y asesinadas en vertederos o cunetas. Las chicas jóvenes trabajaron ensamblando piezas de electrodomésticos, por unos 50 dólares a la semana, que después se venden en Estados Unidos. La lógica del homicida es la siguiente: mejor violarla y después matarla para que luego no me pueda acusar ni reconocer por agresión sexual. Todavía así, debido a la escalada de la violencia, cualquier vecino de Juárez volvería a esta época en la que sólo desaparecían y morían estas muchachas.