La ola de lodo tóxico sepultó todo cuanto halló a su paso, arrasando con la fauna y flora del lugar y dejando a cientos de personas sin hogar.

Han pasado ya tres meses desde que la rotura de una presa minera en el estado brasileño de Minas Gerais, provocase el mayor desastre medioambiental de la historia en Brasil. Más de 600 kilómetros de río contaminados, miles de hectáreas de tierra devastadas, 17 muertos, dos desaparecidos y más de 600 personas desplazadas. Naciones Unidas ha alertado de que el país corre el riesgo de sufrir tragedias similares.