Son los detritus de la era digital. En los vertederos de todo el mundo, metales
pesados como el plomo se filtran lentamente a partir del material informático
que se tira junto con el resto de la basura. En los países en desarrollo,
los que viven de recoger basura en los vertederos usan procesos tóxicos
para extraer las diminutas cantidades de cobre y oro que contienen las placas
base desechadas.

Dos investigadores de la Universidad de Naciones Unidas afirman que en la
lucha contra la cibercontaminación no bastarán los programas
agresivos de reciclaje informático como los exigidos por la Unión
Europea (UE). Un nuevo libro,
Ordenadores y medio ambiente (www.it-environment.org/compenv.html), editado
por el físico Eric Williams y el politólogo Ruediger Kuehr, propone
otra solución: convencer a los consumidores de que conserven sus ordenadores
y los actualicen.

Esto es lo más sensato, ya que la fabricación de un ordenador
con un monitor de 17 pulgadas consume más de 240 kilos de combustibles
fósiles, 22,7 kilos de productos químicos y más de tres
toneladas de agua. Multiplíquense estas cifras por los más de
130 millones de aparatos que se venden al año en el mundo. No es necesario
comprar un ordenador nuevo para usar sólo el correo electrónico,
Internet y otras aplicaciones ofimáticas generales, señalan los
investigadores.

PÁGINAS DE INTERNET QUE MARCAN TENDENCIAS

Son los detritus de la era digital. En los vertederos de todo el mundo, metales
pesados como el plomo se filtran lentamente a partir del material informático
que se tira junto con el resto de la basura. En los países en desarrollo,
los que viven de recoger basura en los vertederos usan procesos tóxicos
para extraer las diminutas cantidades de cobre y oro que contienen las placas
base desechadas.

Dos investigadores de la Universidad de Naciones Unidas afirman que en la
lucha contra la cibercontaminación no bastarán los programas
agresivos de reciclaje informático como los exigidos por la Unión
Europea (UE). Un nuevo libro,
Ordenadores y medio ambiente (www.it-environment.org/compenv.html), editado
por el físico Eric Williams y el politólogo Ruediger Kuehr, propone
otra solución: convencer a los consumidores de que conserven sus ordenadores
y los actualicen.

Esto es lo más sensato, ya que la fabricación de un ordenador
con un monitor de 17 pulgadas consume más de 240 kilos de combustibles
fósiles, 22,7 kilos de productos químicos y más de tres
toneladas de agua. Multiplíquense estas cifras por los más de
130 millones de aparatos que se venden al año en el mundo. No es necesario
comprar un ordenador nuevo para usar sólo el correo electrónico,
Internet y otras aplicaciones ofimáticas generales, señalan los
investigadores. –Jennifer L. Rich

Jennifer L. Rich escribe desde Washington. Soyoung Ho
es redactora en Washington Monthly. Jaideep Singh es redactor en la edición
estadounidense de FP.