Entrevista al intelectual iraní Ramin Jahanbegloo sobre cómo “Irán quiere, sobre todo, ser respetado como actor internacional”.

Ramin Jahanbegloo. AFP/Getty Images
Ramin Jahanbegloo. AFP/Getty Images

Durante su reciente visita a Madrid, invitado por el Centro Internacional de Toledo para la Paz (CITPax), el politólogo e intelectual iraní Ramin Jahanbegloo charló sobre el actual papel de Irán como “domador de la violencia” en Oriente Medio. esglobal ha hablado con Jahanbegloo sobre la implicación de Teherán en algunos de los conflictos en curso, y también sobre las posibles repercusiones de un eventual próximo acuerdo con Estados Unidos sobre el programa nuclear iraní. Jahanbegloo, que en la actualidad imparte clases en la Universidad York de Toronto, se muestra totalmente convencido de que dicho acuerdo serviría, por una parte, para mejorar la situación de la región y, por otra, para iniciar la transición de su país hacia una sociedad más abierta.

esglobal. Se refiere a la sociedad iraní como una sociedad post-islamista y al régimen de Teherán como post-revolucionario. ¿Qué entiende por ambas denominaciones?

Ramin Jahanbegloo. Cuando digo que la sociedad iraní es post-islamista, tengo en cuenta los estudios de varios sociólogos que afirman que el islamismo fundamentalista no es el motor principal de la sociedad iraní, ni siquiera lo es ya del Estado. La sociedad civil iraní está muy lejos de cualquier tipo de islamismo y de toda ideología islamista. De hecho, especialmente si hablamos de la juventud iraní, se detecta una especie de resistencia frente a cualquier forma de fanatismo. Por lo que respecta a la denominación Estado post-revolucionario, el Estado iraní ya no quiere exportar la Revolución, tal y como deseaba en los 80. La política exterior de Teherán no se basa ya en pretender que otros países tengan que seguir los principios revolucionarios.

esglobal. Líbano, Palestina, Siria, Irak, Yemen… Irán está implicado, más o menos activamente, en los asuntos de todos estos países.

R. J. Estamos hablando de sociedades muy distintas entre sí, e Irán tiene diversos enfoques. Si hablamos de Palestina, desde la Revolución de 1979 Teherán ha mostrado un interés más humanitario que ideológico, porque Irán no es un Estado árabe: el problema palestino no tiene ninguna relación con la identidad iraní.

En el caso de Hezbolá en Líbano, Irán no ha usado al grupo, como sí lo ha hecho Siria, para luchar contra Israel. Teherán no pertenece al vecindario, por decirlo de algún modo. La alianza de Irán con Hezbolá tiene que ver con asegurarse un equilibrio de poderes dentro del propio Líbano.

Siria ha sido un aliado tradicional de Irán en los últimos años, pero creo que este país podría abandonar a Bachar al Assad si en Teherán piensan que la cuestión de Siria no va a resolverse en el medio y largo plazo con él en el poder. Lo que no quiere Irán es implicarse militarmente en el conflicto. Así que si se termina firmando el acuerdo nuclear, no se puede descartar que Irán llegue a negociar con Europa y Estados Unidos un acuerdo que no incluya mantener en el poder al actual Gobierno sirio.

Respecto a Yemen, no creo que llegue a convertirse en un Estado proiraní. Probablemente sí en un amigo de Teherán, como Irak. Pero no creo que se transforme en un serio aliado de Teherán. Yemen tiene sus propios intereses. Además, no creo que el actual Gobierno iraní, que ya tiene que enfrentar numerosos problemas, quiera añadir un problema más tratando de controlar Yemen. Si desea recuperar su papel de potencia regional siendo aceptado de nuevo en la escena internacional, Irán tendrá que actuar de modo franco y transparente. Sin olvidarse que tiene que ganarse la confianza de Estados Unidos y de los europeos.

esglobal. ¿Asume Teherán una parte de la culpa por la situación en la que se encuentra Irak?

R. J. Creo que la principal responsabilidad de Irán respecto a la situación en Irak tiene que ver con su apoyo a Al Maliki, que ha sido un pésimo gobernante. Pero Teherán ha retirado ya ese apoyo. A parte de esto, creo que la principal responsabilidad por lo que está sucediendo en Irak la tienen Estados Unidos, Europa y, especialmente, Arabia Saudí. En definitiva, todos aquellos que han favorecido una guerra sectaria. No digo esto porque soy iraní, trato de describir la objetivamente las responsabilidades.

esglobal. Las últimas noticias que llegan de Irak hablan de milicias chiíes –apoyadas por Teherán, algunas de ellas acusadas por las ONG de crímenes de guerra–, combatiendo junto con el Ejército iraquí contra el Estado Islámico.

R. J.Estas milicias chiíes pueden estar siendo apoyadas por Irán, pero no creo que eso quiera decir que si consiguen derrotar al Estado Islámico vayan a tomar el gobierno del país. Ni Estados Unidos ni Europa lo permitirían. Y Teherán sabe que eso no va a ocurrir. Por tanto, Teherán está apoyando a estas milicias porque es consciente del peligro que supone el avance del Estado Islámico hacia Bagdad. Hay que insistir en que Irak es un vecino de Irán, y sería terrible para todos que el Estado Islámico consiguiese controlar Irak. Por eso Teherán está haciendo todo lo posible para detener al Estado Islámico, igual que hicieron lo posible para ayudar al gobierno de Hamid Karzai en su lucha contra los talibanes. Incluso a día de hoy Irán sigue colaborando con Afganistán en este sentido.

esglobal. ¿Cree posible que vuelva a lograrse un Irak estable y unido?

R. J. Si se alcanza un acuerdo nuclear con Teherán, e Irán retoma su papel como potencia regional y se inicia una colaboración productiva con Estados Unidos, sí creo posible lograr un Irak estable y unido. En caso contrario, no.

esglobal. Respecto a la posibilidad de que Irán llegue a desarrollar capacidad nuclear, muchos no desean que un régimen como el iraní pueda llegar a tener armas nucleares. ¿Entiende esa posición?

R. J. Hay que tener en cuenta que cualquier gobierno que llegue a gobernar Irán insistirá en desarrollar la energía atómica. No necesariamente para desarrollar armas nucleares. Pero sí para consolidar el desarrollo tecnológico y en términos de seguridad, pensando en su estatus internacional en el Golfo Pérsico y en Oriente Medio. Así que, incluso si en el día de mañana Irán contase con un gobierno democrático, esos futuros gobernantes tratarán de desarrollar su energía nuclear. Dirán que tienen que pensar en los intereses nacionales –como Israel, que tiene armas nucleares no reconocidas, piensa en los suyos–. Por tanto, se puede decir que Teherán ve la energía nuclear como uno de los pilares sobre los que construir su proyección de futuro.

El presidente iraní, Hasán Rohaní, en una conferencia sobre el islam en Teherán, enero de 2015. Atta Kenare/AFP/Getty Images
El presidente iraní, Hasán Rohaní, en una conferencia sobre el islam en Teherán, enero de 2015. Atta Kenare/AFP/Getty Images

esglobal. ¿Qué pretende Irán a corto plazo a cambio de firmar un acuerdo nuclear?

R. J. A corto plazo, Irán busca en primer lugar que se levanten las sanciones económicas. Lo que permitiría al presidente Hasán Rohaní mejorar la economía, en especial disminuir la inflación. Si este lograse cumplir las promesas económicas que realizó en su campaña, lograría un respaldo mucho mayor de la ciudadanía iraní. Una vez lograda una cierta estabilidad económica, Rohaní podría iniciar una serie de reformas internas. Una apertura exterior del mercado del país podría ir acompañada de la recuperación de relaciones diplomáticas con Estados Unidos, no sé si abriendo de nuevo embajada, o mediante alguna oficina de representación. Pero este futuro dependerá en buena medida de la actitud de la Administración estadounidense: habrá que ver qué sucede si ganan las próximas elecciones los republicanos.

esglobal. Además de la clara oposición del Gobierno israelí de Benjamín Netanyahu, algunos analistas dicen que Arabia Saudí tampoco vería con buenos ojos un acuerdo de Estados Unidos con Irán.

R. J. Israel es un caso aparte, creo, porque Irán no tiene relaciones diplomáticas con este país. Pero sí las tiene con Arabia Saudí. Rohaní ha estado tratando desde hace meses de mejorar las relaciones con Riad. En el funeral del rey Abdulá estuvo presente el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Mohamed Sharif. Fue un gesto para demostrar que Teherán no quiere considerar a Arabia Saudí como enemigo, sino como socio. ¿Por qué? Porque Irán, además de ser consciente de que los saudíes han estado detrás de buena parte de la violencia sectaria en Oriente Medio, sabe que cuentan con un lobby muy fuerte en Washington –igual que los israelíes cuentan con el suyo–. Teherán ha estado tratando de lograr que los saudíes no sigan oponiéndose al acuerdo entre Estados Unidos e Irán. Para tranquilizar a los saudíes, los iraníes les han asegurado que no pretende un cambio de régimen en Arabia Saudí, que no buscará en ningún caso ese objetivo. Ya tiene bastantes cosas de las que ocuparse. Así que Irán está tratando de convencer a las monarquías del Golfo, no sólo a Arabia Saudí, de que no pretenderá implicarse en un cambio de regímenes. Algo que siempre han temido estas monarquías. Respecto a Netanyahu, lo único que parece importarle –igual que a los Republicanos– preocuparle son las próximas elecciones.

esglobal. ¿Qué diría a quiénes argumentan que si Irán desarrollase capacidad nuclear, en no mucho tiempo también otros países de la región reclamarían ese derecho, conduciendo a la zona a un aumento de la nuclearización?

R. J. Bueno, Arabia Saudí ya ha comenzado a desarrollar un programa nuclear. Les han dicho a los estadounidenses que si ellos no les permitían adquirir tecnología nuclear en Occidente tratarían de conseguirla a través de Pakistán. Riad busca consolidarse aún más como potencia regional. Hay que tener en cuenta que tanto Arabia Saudí como Catar llevan años gastando mucho dinero en posicionarse como actores principales en la escena internacional: un ejemplo sería la organización del Mundial de fútbol en Catar. Pero, en mi opinión, su estrategia es equivocada a la hora de proyectar su influencia. Por ejemplo, ningún país del Golfo cuenta con sociedades civiles desarrolladas, no cuentan con derechos civiles –las mujeres ni siquiera pueden conducir en Arabia Saudí–… Quiero decir: ¿quieres convertirte en una potencia sin contar con una sociedad civil que mostrar como ejemplo? Al menos Irán cuenta con una sociedad civil. Irán tiene intelectuales, directores de cine, un amplio porcentaje de mujeres en la universidades, escritores…

esglobal. ¿Han mejorado las oportunidades y se han ampliado los derechos de las mujeres en Irán desde la llegada de Rohaní?

R. J. Las mujeres iraníes han tenido una presencia activa durante los últimos 30 años. Así que no necesitaban que Rohaní les diera ningún poder. Llevan mucho tiempo conquistando poco a poco ese poder. Tiene una presencia destacada en las universidades, en el campo científico, en la cultura, prácticamente en todos los ámbitos. Diría que la sociedad iraní –la sociedad, no aún el gobierno– está ya en manos de las mujeres. La sociedad está desmasculinazándose en muchos sentidos. Y creo firmemente que en un futuro cercano –no me refiero al largo plazo, si no a algo mucho más inmediato– las mujeres jugarán un papel mucho más importante en el país. Porque se están mostrando muy proactivas a la hora de reclamar su presencia y sus derechos tanto en ámbitos políticos como de negocios.

esglobal. ¿Cómo está afectando el bajo precio del petróleo a Irán y a los planes del Gobierno para estabilizar la economía?

R. J. Sin duda, los bajos precios del crudo están afectando negativamente a la economía iraní. Pero si las sanciones contra Teherán se levantasen, la economía del país podría recuperarse con una cierta facilidad, incluso si los precios del petróleo continuasen tan bajos. Muchos de los problemas actuales de la economía iraní –inflación, devaluación de la moneda, desempleo, etcétera– están directamente relacionados con las sanciones. Y con el hecho de que los activos financieros iraníes en el extranjero han sido congelados por los estadounidenses. Si se levantaran las sanciones, y se liberasen esos activos, entraría en Irán una gran cantidad de dinero que mejoraría mucho la situación.

esglobal. Ha mencionado que Rohaní puede aprovechar un buen acuerdo nuclear para avanzar en las reformas internas del país a nivel de derechos y libertades. En 2006, usted mismo fue detenido y pasó casi cuatro meses en la prisión de Evin, experiencia sobre la que ha publicado recientemente unas memorias. ¿Ha mejorado algo la situación de los derechos humanos y de las libertades en el país desde su estancia en prisión?

R. J. No, todavía no. Irán continúa violando los derechos humanos en muchos sentidos, incluida la aplicación de la pena capital. Pero creo que para cambiar esa situación se deben tener todas las cartas posibles en la mano. No soy un seguidor de los principios revolucionarios de 1979, no creo en la violencia, no creo que se deba cambiar el actual Gobierno iraní mediante la violencia. Creo que el actual sistema de gobierno en Irán se logrará transformar gradualmente mediante las reformas, y a través de movimientos sociales, siguiendo un modelo de transición gradual similar al de España.