¿Sigue siendo la Unión Europea una fuerza transformadora en el país balcánico?
En febrero tenía lugar un acontecimiento en el que pocos confiaban: Bosnia presentaba su candidatura oficialmente ante la Unión Europea y ésta la aceptaba. Este procedimiento que quizá no debería sorprender, sin embargo, se convierte en un hecho extraordinario al tratarse de un país que no goza de soberanía nacional y que está, todavía, tutelada por la UE. Veremos por qué.
En marzo de 2000 Bosnia- Herzegovina (BIH) recibió por parte de la Comisión Europea (CE) una Hoja de Ruta en la que figuraban 18 condiciones necesarias para poder desarrollar el estudio de adecuación necesario para comenzar el Proceso de Estabilidad y Asociación en diciembre 2002.

En octubre de 2005 la Comisión anunciaba que 16 de las condiciones establecidas, dos años antes se habían completado éxito. Así pues la CE recomendaba la apertura de negociaciones con el país balcánico. Éstas comenzaron el 25 de noviembre de ese mismo año. Pasarían otros dos años y medio hasta que el Acuerdo de Estabilidad y Asociación fue firmado en Luxemburgo (junio, 2008). El principal objetivo que persigue este acuerdo es el de la adhesión a las instituciones europeas en el plazo de seis a 10 años.
Así, en ese momento se inició el proceso de liberalización de visados que comenzaría a aplicarse de manera efectiva desde diciembre de 2010. Sería entonces cuando los ciudadanos de Bosnia-Herzegovina podrían desplazarse sin necesidad de visados por todos los Estados del área Schengen. Para conseguirlo, el gobierno de Sarajevo tuvo que cumplir con 174 condiciones “de tipo técnico”, especialmente la emisión de pasaportes biométricos.
Sin embargo, no sería hasta marzo de 2015 cuando por primera vez en siete años, Bosnia recibiría un importante impulso en su camino hacia la integración. Fue entonces cuando los Ministros de Exteriores de la Unión, con la recomendación de la Alta Representante, Federica Mogherini, aprobarían la aplicación del Acuerdo de Asociación y Estabilización firmado en 2008. Este sería el pistoletazo de salida para los acontecimientos que tuvieron lugar un año más tarde.
Pero, ¿por qué hubo un parón de seis años en el proceso de adhesión de Bosnia? ¿Existe una intención real de incorporar a Bosnia-Herzegovina en las instituciones europeas en el medio plazo? Y, muy importante, ¿cuál es la posición de la ciudadanía bosnia respecto a Europa?
Una de las principales dificultades a las que se ha enfrentado la UE en la elaboración de sus informes de progreso anuales ha sido que siempre los han realizado tomando un solo punto de vista. Esto es, nunca se ha colaborado junto con el Estado en cuestión para determinar cuáles son sus necesidades y el tiempo que necesita para cumplir con esas hojas de ruta marcadas desde Bruselas.
Para realizar una acertada aproximación a la situación tenemos que considerar dos dimensiones, política y económica. En primer lugar, debemos intentar responder a ...
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