“Europa solo puede hacer frente a esta crisis política con mayor democracia”. Cristina Casabón

El escenario de una Europa post Brexit a distintas velocidades podría destruir a la UE o revitalizar el proyecto europeo. Para lograr lo segundo, un escenario más flexible debe ir seguido de políticas que hagan querer mayor integración en lugar de regresar a la Europa de los Estados nación anacrónicos. El ascenso del populismo, de la extrema derecha y los nacionalismos ha puesto en jaque al proyecto europeo. Al mismo tiempo, la Comisión es acusada de falta de credibilidad y la centralidad del Consejo Europeo en la política de la UE (en definitiva, de los Estados Miembros) hace que la agenda esté más sujeta a restricciones políticas internas. Europa solo puede hacer frente a esta crisis política con mayor democracia. Para ello, la Unión debe ir más allá del enfoque de gobernanta basado en normas y ofrecer legitimidad democrática a la vez que aborda los problemas económicos. Las políticas sociales podrían convertirse en fortalezas, generando una mayor estabilidad social y política. Si Bruselas quiere un escenario soleado, tiene que renovarse en el proceso.

Cristina Casabón es especialista en Contenido Digital del World Economic Forum.

 

“La Unión necesita un nuevo liderazgo con más visión y entrega”. Borislava Djoneva

Veo el futuro europeo como el verano del norte – una lucha entre tormenta y sol. La Unión Europea hoy en día tiene muchos frentes abiertos: seguridad, defensa, estancamiento económico, fracaso en la integración de los migrantes, cohesión entre los países miembros. Son problemas a largo plazo. Entre tanto se sigue cuestionando su liderazgo global por factores externos. La respuesta puede ser sólo una – una Europa fuerte y unida. Promover la idea de dos velocidades sería un error, porque dividiría aún más a los miembros. No se pueden permitir estas debilidades cuando se esperan nuevos conflictos en sus fronteras y la situación política dentro no es estable. Estamos ante tres guiones de gobiernos nacionales: populismo de formaciones extremistas; tolerancia sin precauciones; o gestión centrada en la defensa de la sociedad europea y de sus principios fundamentales. La única vía de supervivencia es la tercera: asegurar el imperio de la ley y las instituciones democráticas, impulsar grandes políticas de integración, apoyar la cooperación entre las empresas de la UE, reforzar su defensa y sus fronteras. Es una tarea difícil, pero no imposible. La Unión necesita un nuevo liderazgo con más visión y entrega. Esperemos que surja. Confío en la resistencia del espíritu europeo y en la fortaleza de las ideas de la Ilustración.

Borislava Djoneva es especialista en Diplomacia y Relaciones Internacionales en la Universidad de Oxford y ha trabajado más de diez años en el Servicio Exterior búlgaro, como diplomática y asesora en Derecho Internacional.

 

“Una UE tan reformada que abandonarla deje de ser atractivo”. Simon Maxwell

La respuesta a los fenómenos meteorológicos extremos causados por el cambio climático está en nuestras manos, y lo mismo ocurre con las excepcionales tormentas económicas, sociales y políticas que experimenta la Unión Europea en la actualidad. Las desigualdades provocadas por la globalización. Los problemas económicos de la Eurozona. La mala gestión de la crisis de los refugiados. El populismo. El Brexit. El cambio climático. Para abordar todos estos problemas es necesaria una acción colectiva más eficaz que parta de unos principios comunes y una evaluación certera de nuestros propios intereses. Y eso exige una combinación de cultura y cálculo. Apelar a los principios y la historia común de los europeos es absolutamente imprescindible, pero no es suficiente. También hay que reajustar los botones del cuadro de mandos de la acción colectiva, con el fin de que se vean mayores beneficios para todos los europeos. Como ciudadano británico y como europeo, mi sueño es una UE tan reformada y que hasta tal punto funcione mejor, que abandonarla deje de ser atractivo.

Simon Maxwell es investigador Overseas Development Institute.

 

“Las nubes que oscurecen el proyecto europeo no sólo requieren de más Europea, sino de una Europa mejor”. Gemma Pinyol-Jiménez

Las dificultades en avanzar en el desarrollo de una política europea de inmigración y asilo, principalmente debido a las reticencias de los Estados miembros en ceder competencias en este ámbito, dibuja un futuro de claroscuros para el proyecto europeo, especialmente por tres razones principales. En primer lugar, porque se ha constatado la incapacidad de los Estados en ofrecer respuestas ágiles y eficientes a la crisis humanitaria que ha afectado a miles de personas que, buscando refugio y protección, han llegado a las fronteras europeas, y se encuentran malviviendo en las mismas. En segundo lugar, porque debilita la solidaridad interna sobre la que se sustenta parte del proyecto europeo: se constata en la ineficacia en el funcionamiento del sistema de reubicación de solicitantes de asilo de Italia y Grecia a otros países miembro, y en la agudización de las fracturas Norte–Sur y Este-Oeste a la hora de hablar de inmigración y asilo. Y finalmente, porque permite la proliferación de los discursos del odio hacia el diferente en muchos países de la UE -liderados por partidos xenófobos y antieuropeístas-, poniendo en duda la fortaleza del proyecto europeo como espacio de derechos y de respeto al derecho internacional público. Las nubes que oscurecen el proyecto europeo no sólo requieren de más Europea, sino de una Europa mejor, que permita retomar los principios y valores que la configuraron en sus inicios, hace ahora ya 60 años.

Gemma Pinyol-Jiménez es directora de Políticas Migratorias de Instrategies. Investigadora asociada de GRITIM-UPF.