Operar el DAX a través de CFDs

El índice bursátil más líquido de Europa es el DAX. Creado en el inicio de 1988 en Alemania, este índice está integrado por las 30 compañías más negociadas de la Bolsa de Frankfurt, entre las que figuran gigantes como BMW, Deutsche Bank o Adidas. Las empresas que forman el DAX 30 son elegidas en función de su capitalización, por lo que está compuesto por acciones de varios sectores, como el sanitario, el farmacéutico, consumo, bancario, entre otros.

Desde su creación, este índice alemán ha multiplicado su valor por más de diez veces y en la actualidad es uno de los más importantes a nivel global. De hecho, es el tercer subyacente más grande en el mercado de derivados. Las compañías con mayor peso en este índice son SAP, Linde, Siemens, Allianz, Deutsche Telekom y Volkswagen.

Entre las principales ventajas de operar con el DAX 30 frente a otros mercados financieros se pueden citar, entre otras, que es uno de los índices con mayor volumen de negociación del mundo, por tanto ofrece muchas oportunidades para el trading. De hecho, el alemán es uno de los índices preferidos de los traders profesionales, tanto para operar directamente en sus acciones como a través de derivados como los CFD.

Los CFD son contratos entre dos partes -el trader y el bróker- basados en un activo subyacente, que puede ser acciones, índices, materias primas, divisas, e incluso criptodivisas. Dicho contrato permite a los traders lograr ganancias en función de los movimientos de precios de los activos pero sin poseerlos físicamente.

Como es imposible operar directamente un índice, los CFD son un buen instrumento para especular sobre si éste subirá o bajará, ya que además permite abrir posiciones tanto en escenarios bajistas como alcistas.

Ventajas 

Entre los puntos favorables al trading con CFD sobre cualquiera de los principales índices y en particular del DAX, se pueden citar los siguientes:

• Bajo margen. Si invirtieramos directamente sobre acciones de las compañías que cotizan en el indicador alemán necesitaríamos un capital significativo para comenzar, sin embargo, si operamos con CFD tan solo hay que aportar un pequeño porcentaje del valor total de la posición.
• Apalancamiento. De la misma manera, los CFD permiten operar con apalancamiento, lo que significa que podemos acceder al mercado con una inversión inicial menor que si invirtieramos directamente. De esta manera podemos multiplicar nuestros potenciales beneficios, pero es una herramienta que debemos manejar con sentido común porque también puede multiplicar nuestras posibles pérdidas.

–Diversificación. Los CFD nos dan acceso a multitud de activos, desde acciones, pasando por commodities hasta criptomonedas.

–Corto o Largo. Cuando invertimos directamente en acciones del DAX solo podemos obtener beneficios cuando el mercado sube, con los CFD, sin embargo, podemos lograr rendimientos en escenarios bajistas, con posiciones cortas, es decir, vendiendo un contrato y volver a comprarlo cuando haya bajado el precio.

¿Qué diferencia los CFD de los ETF y de los futuros?

Tanto los CFD como los ETF como los futuros son productos derivados, es decir, que derivan de otros activos financieros, que no poseemos cuando compramos cualquiera de estos tres instrumentos. Pese a que comparten numerosas similitudes, los CFD cuentan con características únicas.

Por ejemplo, mientras que un contrato de futuros establece que obligatoriamente se comprará un índice o activo en una fecha predeterminada, los CFD permiten tener la posición abierto el periodo de tiempo que quiera el trader. Asimismo, el proceso para abrir una cuenta de futuros es complejo mientras que para la apertura de un CFD el proceso es sencillo.

Respecto a los ETF, se trata de instrumentos que replican los movimientos de activos financieros, en el caso del DAX, replica el comportamiento del índice. El principal problema en este caso es que los traders tienen que aportar prácticamente el valor total de la posición mientras que los requisitos de los CFD, como se ha explicado más arriba, son más reducidos.