congo
Las noticias que se perdió en 2012

En los últimos años, varias campañas internacionales han puesto de relieve el papel que los minerales conflictivos como el coltán, empleado en numerosos dispositivos electrónicos, han tenido en la prolongación de la violencia en la República Democrática de Congo y sus vecinos, pero está fraguándose otro conflicto que puede ser todavía más peligroso, ahora que se ha visto que, al parecer, Congo se encuentra sobre una inmensa bolsa de petróleo.

¿Cuánto? Los yacimientos de la región podrían albergar hasta 6.000 millones de barriles, el mayor hallazgo en la zona desde hace decenios y con un valor de unas 28 veces el PIB total del país a precios actuales. La petrolera británica Soco obtuvo en 2012 permiso del Gobierno congoleño para hacer prospecciones en el interior del Parque Nacional de Virunga, cerca de la frontera con Uganda. Si se confirma la existencia de depósitos significativos, dice el ministro de Hidrocarburos, Congo podría modificar sus leyes para autorizar la perforación, a pesar de que Virunga es el parque nacional más antiguo de África y un refugio para una especie tan escasa como los gorilas de montaña.

Aparte de las consecuencias ambientales, el petróleo podría convertirse en una zona caliente desde el punto de vista geopolítico. La región en la que se piensa que está el crudo se solapa con la provincia de Kivu del Norte, de 60.000 kilómetros cuadrados, donde se desarrolla desde hace años un conflicto entre el Gobierno y los grupos rebeldes tutsis que en la última década ha obligado a huir de sus casa a miles de personas y que ha experimentado un nuevo brote de violencia este año. Para complicar aún más las cosas, hay varios tramos fronterizos en disputa entre Congo y Uganda, legado de un choque militar entre los dos países en 2007. Además, Uganda también quiere contar como productor de oro negro y hace poco aumentó el cálculo de sus reservas a 3.500 millones de barriles. En el otro extremo de Congo, el país no ha resuelto aún un conflicto con Angola por los depósitos de gas natural situados frente a su costa.

Incluso con solo una empresa productora de petróleo, el crudo sigue siendo la fuente de ingresos más importante de Kinshasa. Tal y como denunció este año International Crisis Group, la industria petrolera de Congo es conocida por su corrupción y por sus desechos. A la organización le preocupa que nuevos hallazgos petrolíferos “puedan redefinir la geopolítica del país”, que aliente a los grupos separatistas y encienda la llama por la disputa fronteriza. En una región tan volátil maldecida por sus abundantes recursos, el descubrimiento del oro negro hace improbable que la situación mejore.