Unos 200 millones de menores son víctimas cada año de abusos sexuales en el mundo. A pesar de que en los últimos tiempos la mayoría de países han reforzado sus legislaciones para proteger a la infancia de estas prácticas abusivas, la dificultad para luchar contra la explotación sexual radica en que se trata de un fenómeno global en manos de poderosas redes criminales internacionales. He aquí diez ejemplos de regiones donde sigue vigente la impunidad de estos actos.

Haití: violencia en los campamentos
La violencia sexual ya era un problema antes del terremoto sufrido en enero de 2010, pero éste hizo mella en los pocos mecanismos de protección que existían en el país. Desde entonces, las violaciones se han multiplicado, sobre todo entre la población infantil, que sufren agresiones sexuales a diario. La ausencia de agentes de policía en los campos donde se refugian desde el seísmo, junto a la falta de iluminación y de instalaciones sanitarias adecuadas, aumentan la vulnerabilidad de las menores.
Una de las consecuencias es que la tasa de embarazos entre las menores (principalmente niñas de 12 y 13 años) se ha triplicado. La mayoría de estas agresiones no se denuncian debido a la ausencia de mecanismos para combatir los casos y la impunidad de la justicia. El país caribeño es uno de los máximos exponentes de que la suma de exclusión social y pobreza es un caldo de cultivo para este tipo de delitos.
Filipinas: contrabando de menores
El conflicto armado entre el Ejército filipino y los rebeldes separatistas musulmanes, que ha sumido a la zona a la extrema pobreza, ha disparado el tráfico de menores en el país asiático, sobre todo en la zona de Mindanao. Unicef calcula que cada año son explotados sexualmente unos cien mil niños y niñas. La mayoría de las víctimas son transportadas a las grandes urbes como Manila y Cebú, o a países vecinos, como Malasia, y de allí al Golfo Pérsico (Kuwait o Arabia Saudí) para su explotación sexual y laboral.
Las ONG denuncian que muy pocos traficantes son condenados, ya que hay políticos y jueces implicados. Y también, en muchas ocasiones, los menores son objeto de maltrato psicológico al regresar a sus aldeas, donde son discriminados.
Un informe del Departamento de Estado de EE UU sobre derechos humanos, señala que los esfuerzos de Manila por controlar el tráfico de personas están limitados por una corrupción endémica, la falta de un sistema judicial fiable y la escasez de recursos para llevar a cabo las investigaciones y procesos judiciales.

Kenia: pobreza y marginación
Los estudios más recientes alertan de que la pobreza y la falta de escrúpulos de turistas y explotadores locales condenan a la marginación a miles de menores para que sean expuestos a prácticas sexuales abusivas, que han aumentado en los últimos años. En algunas zonas costeras, más del 30% de los adolescentes ofrecen sexo a cambio de dinero. Esta industria de sexo infantil podría involucrar a ...
Artículo
para suscriptores
Para disfrutar de todos nuestros contenidos suscríbete hoy:
Plan mensual
3,70€/mes
- Asiste a eventos en exclusiva
- Recibe la Newsletter mensual ‘Cambio de foco’ con contenidos de actualidad
- Participa activamente en la elección de los contenidos de esglobal
- Accede a todos los contenidos semanales
- Accede al archivo de artículos desde 2007
- Descarga todos los artículos en PDF
Plan anual
37€/mes
- Asiste a eventos en exclusiva
- Recibe la Newsletter mensual ‘Cambio de foco’ con contenidos de actualidad
- Participa activamente en la elección de los contenidos de esglobal
- Accede a todos los contenidos semanales
- Accede al archivo de artículos desde 2007
- Descarga todos los artículos en PDF