Un cartel con el héroe nacional cubano, José Martí, y el venezolano Simón Bolívar en la refinería de Cienfuegos, al sur de La Habana, que fue puesta en marcha gracias al capital de una compañía venezolana-cubana. Caracas y la isla tienen un convenio relacionado con el petróleo. Jean-Herve Deiller/AFP/Getty Images
Un cartel con el héroe nacional cubano, José Martí, y el venezolano Simón Bolívar en la refinería de Cienfuegos, al sur de La Habana, que fue puesta en marcha gracias al capital de una compañía venezolana-cubana. Caracas y la isla tienen un convenio relacionado con el petróleo. Jean-Herve Deiller/AFP/Getty Images

Una situación que puede afectar en gran medida a Venezuela y Colombia, alterando por completo el mapa político de la región.

Los impactos del descenso del precio del crudo se sentirán en todo el mundo, pero es evidente que no de la misma manera ni en la misma intensidad. Ningún país puede decir que su economía está blindada contra esto, ni siquiera Estados Unidos que en los últimos cuatro años ha triplicado su producción de oro negro y gas gracias (fundamentalmente) al fracking.

Si el precio continúa cayendo los márgenes de beneficio se estrecharán y no darán el punto de equilibrio de estos proyectos, que al parecer es lo que desean algunos países de la OPEP, de hecho, los permisos para nuevos pozos cayeron un 15% el mes pasado en 12 grandes formaciones de esquisto. Pero los que más sufrirán serán los altamente dependientes del crudo. En América Latina, principalmente Venezuela, Colombia, Ecuador y México. Una situación que puede alteraren el futuro del mapa político regional, abrir una nueva etapa.

El caso venezolano parece ser el más serio. El 96% de sus exportaciones son petroleras, y del crudo proviene el 60% de los ingresos del Estado. Esto generará no solo problemas sociales internos sino que puede ponerle fecha de caducidad a la revolución bolivariana, a la que el extinto presidente Hugo Chávez diera proyección exterior merced a los altos precios del petróleo de los que disfrutó durante casi todos los 14 años que estuvo en el poder.

En sus días de esplendor Chávez utilizó el oro negro para remodelar políticamente a América Latina. Cuando muchos analistas creían que la revolución cubana llegaba a su fin, tras la disolución de la URSS y por el asfixiante bloqueo estadounidense, Chávez le dio un nuevo aliento a la isla con el petróleo. En 2000 él y Fidel Castro firmaron un convenio de cooperación por medio del cual la isla recibe 100.000 barriles diarios de crudo, los cuales paga con los servicios que prestan en Venezuela más de 35.000 médicos y técnicos de salud, así como otros profesionales de la educación, los deportes y asesores en diversos planes sociales. El petróleo le permitió a Chávez desarrollar una ambiciosa política exterior y crear e impulsar instrumentos como Petroamérica, Petrocaribe, Petrosur, Petroandina, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) y la Comunidad de Estados Latino Americanos y Caribeños (CELAC). No es exagerado afirmar que en virtud de esta política, el líder venezolano se convirtió en un canciller de facto de Latinoamérica y en una especie de bisagra entre el centro y el sur americanos.

A través de Petrocaribe extendió su acción inicialmente a 14 países (Antigua y ...