Los países del Primer Mundo pregonaban en los 60 el fin de las epidemias infecciosas, tras grandes campañas de higiene y salud. Sin embargo, en 1999, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó de que enfermedades que parecían erradicadas estaban regresando con gran virulencia, como la malaria –que mata a unos dos millones de personas al año–, que volvió a aparecer en lugares inusitados como Londres, o el dengue, que llegó a Hawai en 2002. Pero, además, hay ahora nuevas enfermedades infecciosas, causadas o exacerbadas por cambios ecológicos, de los que el ser humano es el principal culpable. Desde 1980, según la OMS, han aparecido más de treinta nuevos de estos males infecciosos. Detrás de ellos hay una "historia ecológica", según Mark Jerome Walters, veterinario y periodista estadounidense, autor de Six Modern Plagues (Seis plagas modernas, Island Press, Washington, 2003).

 

Seis ‘ecodemias’

La degradación medioambiental, el calentamiento global o la ganadería intensiva, producidas por la modernidad y el desarrollo, son algunas de las actuaciones del hombre que han originado enfermedades como el mal de las vacas locas en su vertiente humana o el sida, o son, al menos, responsables

de que adquieran niveles de epidemia. Son las ecodemias. Walters ha
seguido las huellas de varias de ellas para explicar cómo el ser humano
las está causando.

 

 

  • El mal de las vacas locas en los humanos. La ganadería intensiva,
    que emplea proteínas animales en el pienso de las vacas (por naturaleza
    herbívoras), sobre todo en Gran Bretaña, para obtener mayor
    rentabilidad, está en el origen de la enfermedad. Las vacas se contagiaron
    al ingerir alimentos con proteínas de las ovejas, que a su vez portaban
    bacterias de una enfermedad llamada scrapi (tembladera del cordero).


 



    1. Sida o infección por los distintos virus VIH. Investigaciones en
      África descubrieron que los primates son portadores de un virus muy
      similar, llamado SIV (simian immunodeficiency virus), que no les
      afecta, pero que, al pasar a los humanos, puede ser mortal. El origen de la
      epidemia parece estar en la tala indiscriminada de árboles por las
      explotaciones madereras en África, que concentran gran cantidad de
      trabajadores a su alrededor. Su alimentación se basa en carne de animales
      silvestres, entre ellos primates, que se manipulan en los mercados africanos
      con grandes riesgos de contagio por cortes y mala cocción. Un estudio
      en un mercado de Camerún en 1998 descubrió que el 20% de los
      animales expuestos estaban infectados por el SIV. La gran movilidad del hombre
      en el siglo xx ha hecho el resto.




 



    1. Brote de salmonelosis por la cepa DT 104 de la Salmonella Typhimurium.
      La intoxicación por esta cepa puede llegar a ser mortal, ya que ha
      adquirido resistencia a casi todos los antibióticos. ¿Cómo?
      Muchos ganaderos, en ciertas partes del mundo, como en los países anglosajones,
      han empleado antibióticos en la alimentación diaria de sus animales
      para evitar infecciones en las habitualmente atestadas y antihigiénicas
      explotaciones actuales. Luego, la cepa ...